CAPÍTULO V-3

1043 Words

—Si mi esposa está cansada, yo mismo la llevaré a su casa— dijo furioso—. Y te agradeceré, Guy, que dejes a mi mujer en paz. Los dos hombres se alejaron del sofá. —No es posible, porque está demasiado sola— dijo sir Guy en voz baja—. Tan sola así, Alton, que un cerdo como Wyman logró asustarla. —¡Wyman! ¡Ese libertino— exclamó el Conde. —Exacto. Acabo de rescatarla de sus intolerables pretensiones. ¿Significa eso algo para ti? —¡Caramba! ¿Tienes la bondad de no meterte en mi vida privada? —Tu vida privada no me interesa un comino— contestó sir Guy—. Es tu esposa la que me preocupa. —¿No has hecho suficiente daño ya?— preguntó el Conde—. Supongo que recibiste ya mi cheque, ¿verdad? —Te agradezco la prontitud con que lo enviaste. Lo hice pedazos… como sabías que iba a hacerlo. —Tu co

Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD