OLIVIA SLOAN Riven me observa con los ojos abiertos y el ceño fruncido. No puede mencionar palabra alguna y sé que no puede creerlo porque jamás hablamos del padre de Jade, nunca fue un tema que me gustara discutir pero porque no tenía idea de quién era el padre. Según mi familia no querían decirme nada acerca de él para evitarme el dolor de tener un rostro y un nombre para el hombre que murió en el accidente, para el padre de mi hija. Y yo me quedé con eso, y supongo que aquella historia también han de haberle contado a Riven. —¿Cómo que apareció?—pregunta luego de varios minutos en completo shock. —No entiendo, ¿no que había muerto? ¿Cómo va a regresar si murió? Comprendo su estado, de hecho no esperaba menos y sé que debo de tener paciencia para explicar las cosas, pero lo que no