Él pidió mi mejor atuendo y le cumplí. Aunque no me sentía para nada segura debía engatuzarlo, hacerlo sentir bien y tan feliz que deseara incluso casarse conmigo. Bueno, está bien, eso quizás suene demasiado complicado, me conformaría con que me llevara a alguna de sus entregas, conocer a todos sus socios, y eso último, por lo que noté, sería lo que haríamos aquella noche. -Mi Katrina...Wow...dio mio- dijo con exagerada expresión y le sonreí. Usé un vestido plateado que caía sobre mis hombros con un profundo escote y que terminaba en una corta falda que apenas y cubría mi trasero, la espalda descubierta y como si fuera poco tacones del mismo color con cordones que subían por mis pantorrillas. Dejé mi cabello suelto, para ayudar a disimular los moretones y el maquillaje cumplía su función