** Una vida en armonía y calidez de hogar **
1000 Words
Aquella noche especial, para Elizabeth, no podía dejar de sonreír, tanta paz y felicidad.
—Ahora te toca a ti Paula —.Sonrie Elizabeth .
Paula no era muy buena para bailar él tango, así qué busco una silla y prefirió sentarse.
El padre de Elizabeth se sintió cansado, era un poco mayor qué la madre de Elizabeth .
Mientras los abuelos de Elizabeth, se fueron a descansar, Paula se quedó con Elizabeth mirando algunos vídeos, hasta qué de pronto les dió sueño.Paula se estiró sobre él sofá y se quedó completamente dormida .
Elizabeth se despidió de sus padres y fué a su habitación.
Día lunes primero de enero, él día estaba hermoso, cómo si nunca hubiese nevado,
En aquella hermosa casa, con siete habitaciones, hay una piscina, que está al fondo .
La primera qué despierta es Paula, ella debería haber elegido haber dormido en una de ellas, prefirió él sofá, aún luce su vestido de encaje azul .
Paula golpea la puerta de la habitación de Elizabeth .
— Amiga ya me voy —,¡espera no te vallas!
Elizabeth se levanta se viste sencilla.
—Amiga te presto mi ropa —, qué problema te haces .
Las dos se visten con ropa cómoda y salen hacia donde se encuentra la cocina.
La señora qué trabaja en la cocina está levantada, les prepara un vaso de leche con medias lunas .
Elizabeth comienza a extrañar a su padre, qué aún no se levanta.
—!Papá! ¿Estás bien? —,Si hija, ¡ya bajo!
El padre de Elizabeth, se sentía muy cansado, la madre de Elizabeth baja hacia la cocina, pide qué la mujer de la cocina le preparé un licuado.
Están casi sin apetito, la cena del año nuevo, estaba deliciosa.
Apenas él padre de Elizabeth baja hacia él salón.
—¡Papá ya te extrañaba!
A Elizabeth le quedaban muy pocos días para seguir en casa de sus padres, aún no podía imaginar, qué por un poco tiempo más permanecería en aquella casa.
Deciden cambiarse de ropa y ponerse los traje de baño.
—¡Elizabeth, no te olvides de traer el bronceador¡
De pronto apareció Danilo, les lanza la pelota sobre él agua, Paula y Elizabeth, la pasan de maravilla ,están un rato largo jugando en él agua .
Elizabeth sale del agua y invita a su padre; justo en ese momento su padre se a ido a visitar algunos familiares.
La vida para las dos amigas inseparables, les da muchas satisfacciones.
Paula se tiene qué retirar del hogar dónde vive Elizabeth.
—Amiga mañana nos vemos y damos un paseo en bicicleta.
Elizabeth se despide de su amiga,y comienza a jugar con su hermano más chico.
Terminó ese bello día, falta poco tiempo para qué Elizabeth retorne con sus estudios, siente un poco de pena, deberá dejar aquel mundo lleno de emociones y cosas lindas.
Elizabeth, desea estar un poco tiempo más con ellos, su padre siempre, le dice a todo qué si, es un padre amoroso y esposo ejemplar.
Elizabeth está sentada en una hamaca, qué da hacía la calle, afuera hay un gran parque, atrás se encuentra una laguna.Su padre se sienta junto a ella, disfrutan de unos cuantos mates, se acercan los días qué tiene qué dejar todo aquello, es un mundo de paz y armonía.
Se aproxima la fiesta de los reyes magos, qué son tres.
Elizabeth todavía parece una niña; su padre la tiene acostumbrada así, ahora solo desea seguir disfrutando de ese hermoso hogar.
En los atardeceres don Héctor, padre de Elizabeth toca él piano, comienza a recordar, todo lo vivido, cuándo se fueron de campamento, sus hijos más pequeños, uno de ellos se extravío allí en pleno parque, de la última vez qué río hasta llorar, mirando dibujitos junto a sus hijos, cuándo eran pequeños.
Elizabeth mira a su padre, con mucha admiración, le enseño él amor hacía él prójimo, él respeto mutuo.
En aquella casa, todo es alegría y mucho diálogo, nunca hay un no, es casi todo perfecto.
Los atardeceres de charlas muy largas con los abuelos.
El abuelo de Elizabeth le cuenta grandes anécdotas, de cuándo él, era joven, qué antes existían los gigantes.
Él hermano de Elizabeth se quedan con la cara sorprendida.
El abuelo le cuenta cuentos, qué parecen tan reales.
Para ellos es un mundo muy lindo, encerrados en una cajita de cristal, Dios a sido muy bueno con ellos, la vida es hermosa, siempre les sonríe.
No pueden dejar de sentirse felices, junto a los abuelos qué siempre cuentan historias divertidas.
En aquel lugar dónde todo parece brillar, de pronto Paula aparece.
—Hola amiga querida, ¿Vamos andar en bicicleta?, En estos días no hemos olvidados de salir.
Danilo, sale con los patines qué le regaló su abuelo.
El más grande de los tres, se lo pasa estudiando en la computadora.
Elizabeth no a tomado ninguno de sus libros para ella es mejor priorizar la familia qué ellos.
Elizabeth reposa su cabeza sobre las piernas de su abuelo, ella es muy amada, se siente plena de felicidad, sin pensar qué lo peor está por llegar en sus vidas.
—Bueno, vamos Elizabeth.
Ellas se van andar en bicicleta, es un atardecer ideal para salir a dar un paseo.
—Abuelo vamos —, ordena Elizabeth .
Así corremos una carrera, de quien llega primero.
Su abuelo le contesta con un si, cómo haciéndose él niño.
El abuelo sube a una de las bicicletas, y se siente bien, le juega una carrera a su nieta; resulta quién gana es su nieta.
Comienza a refrescar, Paula después de dar varias vueltas en bicicleta, toma un descanso.
—Abuelo, Te juego una carrera ¿Seguro qué está vez ganó? —Acotó, él anciano.
Paula se dejo ganar, aquél abuelo se sentía cómo si volviera a ser un niño, luego volvieron a casa, lo habían pasado muy bien con aquél abuelo.
Elizabeth tiene qué volver muy pronto a estudiar.
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