Elizabeth miraba cada detalle en él despacho, él escritorio arriba tenía un vidrio, se podia apreciar muchas fotos qué Germán guardaba abajo del vidrio, qué se encontraba arriba del escritorio.
Germán se sentó en la silla giratoria, qué daba justo enfrente del escritorio incendio, la computadora, se había quedado en silencio, Elizabeth no decía ni una sola palabra, estaba Inés, qué cuidaba a Elizabeth, cómo si fuera su hermana menor, ella dijo:
— Vamos, tengo qué dar una lección oral y escrita ¿O te quedas? ¿Te parece? me tengo que ir.
Inés lo deja solos, se retira, se miran uno al otro, luego entra Marisa, siempre haciendo ruido con los tacos.
— !Por favor! cada vez qué entres tienes qué golpear la puerta, puedes retirarte estoy ocupado.
Marisa lo mira celosa, "¡¿Quién será?!", ella bajó, los escalones hacia dónde se encontraba la cafetería, se puso en una de las barras, esperando qué Germán se desocupara.
Elizabeth había dejado las carpetas sobre él escritorio, de pronto mira una foto.
— ¡Qué linda foto!¿ Has estado de novio?
—Era de cuándo, era niño mis padres vivían en él campo, yo estudiaba en la ciudad, no estuve con ellos, solo durante mi niñez, después tuve qué mantenerme alejado de ellos, por él hecho que tenía qué estudiar mucho y llegar hasta dónde, estuve a punto de casarme; ella me dejó por otro.
—Lo siento mucho, por la pregunta, no fué mi intención hacerla.