Padre Gael Moya
Correr es lo mejor para liberar el exceso de energía de mi cuerpo y decido hacerlo ahora, correr más de lo que normalmente corro, forzandome a ir más fuerte, más rápido, todo lo que pueda, hasta cansarme, hasta que mis piernas se contraigan. Agotar mi cuerpo es la única opción rentable que me queda para no pensar en ella. Lo otro sería autocomplacerme, pero debido a que ni cuando era adolescente se me antojó hacerlo, no lo haré ahora. Definitivamente, no me permitiré llegar a eso.
Necesito redireccionar mis pensamientos a lo realmente importante que es la salud de mi hermano y aceptar que estoy destinado por Dios a ser cuidador de su rebaño, necesito honrar mi oficio tal como lo juré frente a Dios y mi familia.
Llego tan cansado a casa después de casi dos horas corriendo
