Padre Gael Moya — Gael, ¿Te sientes mejor? – pregunta preocupada mí madre por tercera vez desde que me bajé al comedor. — Estás muy callado. ¿Seguro no te duele la cabeza?. "¿Cómo quiere que diga algo si tengo a Danna frente mío con un short turquesa ajustado y muy corto y una blusa blanca de tirantes sin sostén que es capaz de levantar a cualquier muerto de su tumba y no puedo dejar de mirarla por un segundo?" – digo en pensamientos. " Y menos después de lo que viste anoche – añade la fastidiosa" Recordar aquello de inmediato envía una corriente eléctrica por todo mí cuerpo haciendo que mí entrepierna pida atención. — Estoy bien, madre. No me duele nada – contesto algo aturdido e intentando no ser muy obvio a lo que me pasa. —No volverás ahí de noche, hijo – ordena. — Es demasiado p