El Diario del Renacimiento de Selena

Capítulo 13 Lucio Herido

Estaba nublado cuando José salió por la mañana, y al mediodía comenzó a llover levemente. José desafió la lluvia y regresó cargando una carga. Por la tarde pudo descansar en casa medio día. Al mediodía, la familia habló de una cosa mientras cenaba.

—Papá, ¿dijiste que los Caballeros de Beerspa atraparon recientemente a un grupo de personas que contrabandeaban pieles? —Selena no pudo evitar detener su cuchara y preguntó sorprendida.

José le dio un mordisco al panqueque de arroz y asintió:

—En los últimos días, la gente de la Ciudad Beerspa ha estado hablando sobre este asunto. Dijeron que atraparon a un grupo de personas y dos de ellos huyeron. Todos estaban mendigos de veintitantos años, y entre ellos se encontraban algunos de ellos que solo tienen catorce o quince años. Por desgracia, todavía son un grupo de niños, que tienen más remedio que hacer esto...

Después de escuchar esto, bajó la cabeza y tomó un trozo de pastel. Luego suavemente partió un pequeño trozo de pastel y se lo metió en la boca. Sintió que casi no tenía sabor. Demasiadas estas cosas, incidentes de contrabando en su vida anterior y demasiadas personas fueron arrestadas. En ese momento, era porque su familia era demasiado pobre y no tenía tierras, por lo que su papá podía ganar algo de dinero de bolsillo caminando y vendiendo calle por calle para comprar arroz y grano.

El cuerpo de su madre ya estaba débil, además vivía en esta casa ruinosa todo el año, le preocupaba comer demasiado y no poder mantener su nutrición. En los años siguientes estuvo a menudo postrada en cama. Estaban muy cortos de dinero, así que al final, su papá tuvo que arriesgarse y comprar algunas telas, y luego se fue a la zona montañosa fronteriza con otros para probar suerte. Si pudiera cambiar por algunas pieles y venderlas a las tiendas de peleteras, se podría ganar mucho dinero y luego podría volver a casa, comprar un terreno y construir una casa.

Pero el contrabando no es tan fácil. Sin mencionar que los dos países Seuropaste y Norpaste están en guerra en la frontera. Este camino tiene que pasar por tres montañas y dos selvas, y también pasar por una carretera oficial. Entre ellos hay innumerables ladrones, gánsteres y caballeros. Contrabandistas que transportan grandes cantidades de pieles son como ratas que cruzan la calle. Se esconden aquí y allá con miedo. Si no tienen cuidado, es posible que nunca regresen a su ciudad natal.

Por ese poco dinero, estas personas necesitaron caminar un largo camino cargando pesadas pieles. Todo tipo de bestias salvajes, insectos venenosos, serpientes y hormigas estaban por todas partes a lo largo del camino. Al final, la mayoría de la gente no podía soportarlo, y aún menos podían venir.

Selena se mordió ligeramente el labio al pensar en esto y tocó el fondo del cuenco con la cuchara en la mano. En la vida anterior, su padre, José, había estado fuera de casa durante tres meses. Cuando finalmente regresó, era casi como un esqueleto. Solo quiso ver a su esposa e hija por última vez. Falleció diez días después.

El resultado final fue la pérdida de vidas y propiedades. Después de eso, ella y su madre fueron las únicas dos personas que quedaron en la casa en ruinas y la enfermedad de su madre se volvió cada vez más grave. No fue hasta que Selena entró en la Mansión del Conde dos años después que falleció. Pensando en esto, los ojos de Selena se llenaron de lágrimas.

Mientras José hablaba, estaba comiendo la comida. Entonces vio que su hija solo estaba hurgando en el fondo del tazón y no comía la comida. No pudo evitar empujar el plato hacia su hija. La persuadió:

—Estás creciendo, come más.

María estuvo más atenta, y al ver que algo andaba mal con su hija no pudo evitar echar un segundo vistazo:

—¿Qué pasa? Mira, la niña está a punto de derramar lágrimas…

Al ver a su padre mirando lentamente, Selena no pudo evitar contener las lágrimas en sus ojos, levantó la cara y dijo con una sonrisa:

—Es la comida de mamá. Este plato es demasiado picante. Accidentalmente, lo irrité hace un momento. Está bien…

José y María estaban preocupados al principio, pero cuando vieron a su hija sonreír, no pudieron evitar reírse también.

Después de cenar, Selena regresó a la casa, tomó una pequeña botella de agua de manantial mágica que había recogido en la mesa, luego mojó un poco en su pañuelo y asintió levemente con los ojos, sus ojos estaban un poco rojos por haberla retenido hace un momento. Esta agua de manantial puede mejorar la vista. Después de usarla durante más de un mes, el efecto sigue siendo bueno.

Sentía los ojos fríos y refrescantes, así que se sentó a la mesa y miró por la ventana. La lluvia seguía cayendo continuamente y salpicaba un olor a tierra cuando caía al suelo. Podía distinguir la esquina derecha de la habitación sin mirar. El agua turbia comenzó a fluir hacia abajo nuevamente, e incluso podía escuchar el tictac, pero no prestó mucha atención en ese momento. Ella simplemente frunció el ceño y pensó en las huellas de zapatos y las manchas de sangre que vio accidentalmente ese día, y sus ojos se movieron levemente.

Ella levantó los ojos y miró hacia afuera. Estaba lloviendo mucho hoy. No sabe si Lucio todavía estaría en las montañas.

La fuerte lluvia continuó desde el mediodía hasta la noche, cuando el cielo se aclaró, la familia de Selena ya había terminado de cenar, María estaba cosiendo ropa en su habitación, mientras José iba a la casa del vecino Leo. Selena encontró una excusa y se escabulló.

La montaña, que acababa de llover, tenía el olor fresco de la tierra. Respirar unos sorbos era como limpiar el aire turbio de su cuerpo. Se sentía un poco más ligera por todas partes. El camino hacia la montaña estaba un poco embarrado, pero afortunadamente se podía pisar al borde del camino. Caminando entre la maleza, sus zapatos bordados y su falda se mojaron después de unos pocos pasos. Selena tuvo que sostener la falda con ambas manos. Afortunadamente, se puso zapatos y ropa viejos antes de salir.

Después de caminar un rato, las suelas de sus zapatos estaban ligeramente empapadas por la lluvia. Selena finalmente encontró el zarzo cerca de la menta que cavó ese día. La sangre que había quedado en las ramas había sido arrastrada por la lluvia. Después de dudar por un momento, apartó las espinas, caminó entre las gruesas hojas y entró. De todos modos, sus zapatos ya estaban empapados, así que no le importó mojarlos un poco más.

Después de caminar unos pocos pasos, vio una cueva. Selena estaba un poco familiarizada con esta cueva. En el pasado, cuando los caminos de montaña eran difíciles de caminar de noche durante la caza en invierno, los cazadores se quedaban en la cueva a pasar la noche. Sin embargo, no había grandes presas en la Montaña de Flores, por lo que la caza en la cueva disminuyó día a día. Ahora casi nadie venía aquí y la cueva estaba desierta. Cuando era niña, ella y sus amigos venían aquí a jugar.

Cuando oscurece, los lugares deshabitados siempre dan un poco de miedo. El agujero oscuro en la entrada parece ser peligroso. Selena no es una verdadera niña de doce años. Aunque se siente asustada, no está tan asustada como para huir.

Selena no entró. Pensó en lo que su padre dijo ayer sobre el contrabando de pieles. Combinado con la repentina aparición de Lucio y el montón de oro anoche, todo esto indica que puede estar relacionado con los vendedores de pieles arrestados por la Mansión de los Caballeros. ¿Quizás es una de las dos personas que su padre dijo que escaparon?

Selena todavía recuerda claramente la forma en que estaba encorvado cuando se fue anoche. Parecía estar herido. Incluso si estuviera ansioso, no podría salir de la Montaña de las Flores durante la noche. Con su situación actual, es aún menos probable. Es probable que llegue a otras personas con quienes quedarse, porque el gobierno ofreció una recompensa de cinco monedas de plata por atrapar a alguien vendiendo pieles de contrabando. ¿Cuántas personas pobres podrían resistir tal tentación?

Incluso si fuera él, sabría que esconderse en las montañas es más seguro que bajar. Anoche volvió a llover. Debido a que los caminos de montaña que habían llovido estaban resbaladizos, el riesgo al caminar era mayor. No había manera de que pudiera bajar las montañas bajo la lluvia, ni él tampoco.

Entonces, hay varias señales de que, si es realmente como sospechaba, es posible que Lucio todavía esté en las montañas. No hay lugar para refugiarse de la lluvia en la Montaña de Flores. Si lo hay, puede que solo esté en esta cueva desierta frente a ella. La mente de Selena hoy está llena de lo que vio, huellas de zapatos y manchas de sangre ese día. Por lo que, tan pronto como dejó de llover, se acercó a comprobarlo. Ahora había llegado a la entrada de la cueva. Si se daba la vuelta y se iba, ¿no serían en vano todos sus esfuerzos anteriores?

Selena se paró en la entrada de la cueva y dudó un momento. Después de arrojar dos piedras y seguir sin ver movimiento, levantó suavemente los pies y entró con pequeños pasos. La cueva no era grande, pero como era casi de noche, la luz era un poco oscura. Después de acostumbrarse a la oscuridad del interior, pudo ver toda la cueva con claridad. Como esperaba, debido a que nadie había vivido allí durante mucho tiempo, los muros de piedra a ambos lados tenían una capa de musgo verde, pero el suelo había sido limpiado, por lo que no estaría resbaladizo al caminar por él. En cambio, caminó lentamente y miró a su alrededor. Accidentalmente, pisó algo bajo sus pies y se escuchó un repentino “crash” en la cueva silenciosa.

Selena estaba tan asustada que rápidamente y nerviosamente retrocedió unos pasos. Después de mirar más de cerca, se dio cuenta de que eran unos arcos y flechas de hierro oxidado. Es posible que hayan sido descartados por cazadores que pasaron antes y amontonados allí. Cuando volvió la mirada y se alejó de la pila de chatarra, de repente alguien tosió no muy a la derecha y el sonido sonó un poco doloroso.

Selena se había calmado por un tiempo, pero ahora sentía que su corazón volvía a latir con fuerza. Ella todavía detuvo el sentido de no huir, lo cual se consideró extremadamente valiente. Después de detenerse por un momento, no volvió a ver a nadie allí.

Ella escuchó el sonido y no pudo avanzar ni detenerse. Después de dudar una y otra vez, no tuvo más remedio que hacer de tripas corazón y caminar alrededor del hierro oxidado, y luego avanzar lentamente hacia la dirección del sonido.

A medida que se acercaba, vio que había una piedra relativamente plana en la pared interior de la cueva, que debería haber sido un lugar de descanso para los transeúntes. En ese momento, había una sombra oscura sobre la piedra, que solo podía ser vista por la luz tenue de la cueva. Parecía que era una persona.

Parecía tener mucho frío. Todo su cuerpo estaba acurrucado por el dolor. Incluso alguien que entrara permanecería inmóvil en esa posición. Si no hubiera escuchado a esta persona toser hace un momento, podría haber pensado que el hombre muerto yacía sobre la piedra.