CAPÍTULO OCHO Sofía vio el momento en el que la ciudad empezaba a dar paso a las Vueltas que la rodeaban, al disminuir las casas y al cambiar el patrón de las sacudidas cuando las ruedas impactaban contra más surcos. El avance hacia delante hacía que su miedo creciera, pues sabía todas las cosas que le esperaban cuando el carro se detuviera. Ahora hacía tiempo que habían pasado las viejas murallas de la ciudad, la continua extensión de casas significaba que no había una línea clara que declarara dónde terminaba la ciudad. Por poco tiempo, Sofía se preguntó qué sucedería si las guerras del otro lado del mar vinieran al reino. ¿La gente tendría que intentar amontonarse tras las viejas murallas, o simplemente construirían barricadas en las calles? ¿Servirían de algo las murallas de piedra r