Veo que viene de regreso del baño. ―Te gustaría dar una vuelta a la ciudad. ―Dónde quiere ir. ―Sino te incómoda podríamos ir a ver una película al cine. ―Créame cuando le digo que en toda mi vida había entrado a un cine, eso era un lujo para mí. ―Vamos al cine entonces. Al llegar afuera se sorprendió que fuéramos solos. ―Y ¿Tu escolta? No lo veo ―Ya se retiró. ―Entiendo, pensé que siempre tenías que andar con ellos. ―No necesariamente hay cosas personales que ellos no pueden involucrarse, en todo caso me rastrean así que saben dónde estoy, sin necesidad de andar conmigo. ―Vaya sí que te tomas la seguridad muy enserio. ―No quiero que me pase algo nuevamente. Decidimos ir caminando, la noche era joven la vi con frío e intenté abrazarla del hombro, ella no dijo nada y más bien me