Dante volvía a ese lugar, el lugar donde la historia comenzó y donde todo de alguna manera tenía sentido. El Manicomio Smile. — Vengo a ver al Doctor Henry – dijo en recepción. La chica que siempre está ahí, se sorprendió al verlo. Ahora era ella quien se preguntaba ¿Quién regresa al lugar donde su hermana se suicidó? — Lo acompañaran a su oficina – sonrió la chica. Dante agradeció y comenzó a caminar. Esos pasillos largos y con muchas puertas, podía escuchar voces, gritos de agonía, susurros y en algunos se escuchaba solo silencio. Estaban dando vuelta en un pasillo cuando vio claramente como si Sara pasara corriendo, su corazón latió rápido. Sus nervios se hicieron presentes. Estaba en el lugar donde posiblemente el alma de su hermana vagaría toda la vida. Miro a las enfermeras