Durante su estadía, Tiziano notó que entre Ichiro y Ana el contacto físico era nulo, cosa rara en una pareja que apenas tenía un poco más de un mes de casados, por lo que sospechó que entre ellos no haya ocurrido absolutamente nada en la intimidad de su alcoba. Él no manejaba mucha información sobre el romance que, según Ana, empezó cuando encontró al bebé escondido entre unas macetas. El bailarín notaba que su amiga estaba avocada a su papel de madre, como que el contacto con el pequeño había despertado en ella su lado maternal, pero no la veía brillar como una mujer enamorada, así que decidió averiguar qué pasaba entre esos dos recién casados.
Así fue que cada día el mejor amigo de Ana empezó a hostigarla preguntándole en español qué tan buen amante era Ichiro cuando este se retiraba a
