P.O.V. HENRY La luz del sol se colaba por la ventana. Realmente no quería levantarme, pero alguien tenía que correr las cortinas. Abrí los ojos con pesar y vi el reloj de la cómoda, apenas eran las 6:30 a.m. pero ya había luz. Me levanté sin despertar a Molly y cerré las cortinas gruesas para que se oscureciera la habitación. Ya a oscuras nuevamente, regresé a la cama. No estaba dispuesto a levantarme tan temprano un domingo. Me acomodé nuevamente para dormir y Molly se movió para acomodarse frente a mi. A pesar de estar oscuro, podía ver su silueta. La contemplé unos segundos antes de decidir recorrer el contorno de su cuerpo con la yema de mis dedos. Sentí entonces como se erizó el vello de su cuerpo y su respiración se entrecortó. Entonces una idea traviesa se me vino a la ment