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1079 Words
Tres años. Tres largos años han pasado ya, mi vida se ha vuelto monótona y tranquila; la universidad es bastante pesada pero nada que no pueda soportar. A la par de mis estudios universitarios me encuentro haciendo un importante curso de angeología y demonología, en verdad es muy interesante y me ha hecho descubrir mucho de mí misma; ahora que he podido aprender más sobre ambas especies me doy cuenta que jamás se hubiera podido tener una especie de alianza o tratado de paz. Cada cierto tiempo veo a Merth y a Zadkiel, siempre atareados con la guardia de los demonios jóvenes que escapan al control de Lucifer y buscan divertirse haciendo daño a las personas. No he vuelto a ver al Rey del Inframundo desde la última batalla, tampoco he sabido de Adara, es como si la tierra se la hubiera tragado por completo o como si ella nunca hubiera existido. Es extraño en verdad. Camino lentamente hasta la universidad, llevo mi bolso y mi abrigo ya que el invierno ha comenzado; los copos de nieve caen lentamente y a mi mente viene el recuerdo de Kaia al contarme sobre su nacimiento, en un día de gélido invierno y de un hermoso copo de nieve. El aire helado sopla con fuerza y alborota mi cabello, desde mi transformación definitiva éste adquirió algunos mechones blancos por lo que intento llevarlo en una coleta alta ya que mis compañeros comienzan a preguntar y me incomoda su curiosidad. El cielo luce gris y tormentoso, ruego que no llueva pues olvidé el paraguas en casa de tía May; me mudé con ella y Patrick hace unos seis meses ya que su casa está a pocas cuadras del instituto y son la única familia que me queda. -Buenos días Anael- me saluda el conserje - Temprano como siempre. -Pues si, no me gusta llegar tarde - sonrío encogiéndome de hombros. -Ten cuidado, hace algunas noches suceden cosas raras por aquí e incluso en la ciudad hay algunos rumores- dice tomando sus cosas y emprendiendo la marcha. Me quedo observando como camina, no estoy muy segura de a qué se ha referido, Merth no me ha dicho que esté sucediendo algo a nivel paranormal y yo no he notado nada por lo que deba preocuparme.  Sigo mi camino, el tercer salón a la derecha es el mío, dejo mi bolso en el penúltimo asiento- ese es mi lugar favorito- y decido salir un poco mientras los demás llegan. En la entrada del edificio logro ver algunas sombras extrañas moverse con rapidez, corro hacia ellas sabiendo que no son personas y al llegar me quedo algo anonadada con lo que se muestra frente a mis ojos, algunas figuras violáceas corren de aquí para allá y un cuerpo de luz las captura con una enorme facilidad. Tomo mi móvil sin dejar de observar por miedo a que desaparezca de mi vista, apunto la cámara y el flash al ser disparado alerta a la criatura -que hace de cazador-, se detiene a escasos pasos de mí y me observa. No puedo vislumbrar nada de ese ser, pero estoy segura de que me está viendo fijamente, me produce escalofríos. Es como tener una enorme sombra negra y difuminada, mi corazón golpetea como loco y minutos después se desvanece como si nada. -Anael, date prisa - oigo a mi amiga Layla llamarme, lentamente intento procesar todo y finjo una sonrisa al llegar a ella. Layla es un año mayor que yo, de bellos bucles negros y ojos tan oscuros como el cielo por la noche. Compartimos varias clases incluyendo algunas del curso especial que imparte el Sacerdote de la Iglesia El Ángel de Dios. Las clases transcurren rápido ya que sólo dos materias son las que me imparten hoy, por lo que salgo demasiado temprano y decido ir al parque, suelo ver a Merth allí. Cuando la gran pelea terminó y el abismo colapsó, lo castigaron enviándolo cómo Ángel guardián, luego de un año sin dirigirle la palabra le dí una oportunidad de redimirse y lo perdoné; al final Kaia me había dicho que todos merecen la oportunidad del perdón y así lo creo. Tuve que aclarar con Merth que mis sentimientos siempre serían para el Príncipe del Abismo, aún cuando ya no estuviera entre nosotros. Llego al parque, todo tiene una fina capa blanca y los copos blancuzcos caen en una lenta danza que no parece acabar nunca. Los niños se divierten mucho, juegan, ríen, corren, cantan. En uno de los bancos principales veo un par de alas blancas plegadas hacia atrás, camino a paso seguro y me siento junto a él; Zadkiel me observa con una sonrisa y voltea a ver a los pequeños nuevamente. -Se ha vuelto una costumbre tuya el venir aquí - observa detenidamente a un pequeño. -Lo sé. - sonrío - Dime, ¿Qué haces aquí?- pregunto observando lo mismo que él. -Hay algunos cuerpos violáceos paseándose por el mundo de los vivos como si nada, y los están cazando y devolviendo al Abismo. El problema es que no sabemos quién- suspira viendo como una de esas criaturas desaparece. -Yo también los he visto- cuento sorprendida. -No es extraño Any, tú eres como nosotros, sobrenatural.- sonríe sin verme. Zadkiel es un Arcángel bastante pacífico, dulce y protector. Se convirtió en mi custodio durante los primeros doce meses luego de mi transformación y de allí pasó a ser un gran amigo para mí. Según sé, Dios lo creó una noche de verano en que el cielo estaba colmado de brillantes estrellas, debido a esto tiene el cabello más n***o que jamás he visto y sus ojos azules oscuros parecen tener una galaxia de estrellas en ellos. Lo veo ponerse de pie, sus alas se extienden y yo por costumbre volteo a todos lados viendo a las personas pasar sin siquiera notarlo. -No pueden vernos- ríe. -¿A mi tampoco?- pregunto asombrada. -No, cuando estás con alguien como nosotros pasas a desaparecer ante la vista de los humanos- explica dándome una última mirada y elevándose hacia el cielo. Suspiro cansada, extraño la compañía de Kaia. También extraño a Merth de alguna manera, él fué mi único amigo durante la infancia, Zadkiel ha ocupado su lugar por así decirlo pero nos falta algo de confianza ya que él es muy reservado.  Volteo a ver a los niños, es ahora cuando me pregunto porqué estaba aquí y a quién cuidaba; los Arcángeles no custodian vidas humanas. El parque está lleno de personas aún cuando el frío reclama el lugar. Sin más que hacer me dispongo a volver a casa.  
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