24/7 fusión
Seattle. 19:00
Natalia
Me he decidido por un vestido corto, descubierto de la espalda y zapatillas de piedra ficticias en las tiras. Ya me acostumbre a las reacciones de los hombres y me prepare mentalmente porque sé que Víctor iba a por todas conmigo. Pero no funcionaria, estaba curada de eso, no volvería a cometer el error una segunda vez.
Estamos en un restaurante italiano en el centro de la ciudad. Ha pedido champagne, estamos comiendo un corte de ternera bañada en salsa. con una ensalada en aderezo.
- me gusta que tengas buen apetito. Regularmente las mujeres se conservan mucho.
- no pienso convertirme en un conejo. - sonrió satisfecho, la he visto comer con una elegancia inusual, como si ya hubiera estado en una situación similar.
- háblame un poco de ti - solicito rellenando su copa, yo apenas toque la mía. Limpié mi boca con una servilleta y pensé en algo rápido.
- Soy de Nueva York, refugiada política.
- enserio - ladeo la cabeza curioso. Era algo que comenzaba a notar. Sentía curiosidad por mi y me preocupaba que quisiera indagar en mi vida. No es algo que quiera proclamar a los cuatro vientos.
- si, ya hace unos años de eso hasta que me perdieron la pista, no necesito la protección de nadie. Tengo La ciudadanía desde que recuerdo y he servido al ejército 6 años. Solicité mi baja con honores.
- interesante. Cual era tu pelotón
- fui boina negra, grupo delta francotiradora
- en serio un rápido ascenso. Como lo hiciste. - ladeo la cabeza intentando descifrar, tomé mi copa y le di un par de sorbos.
- tengo capacidades especiales y ellos sacaron ventajas de eso.
- se aprovecharon de tus habilidades
- parece comprenderlo un poco porque no hace preguntas, aunque veo por el brillo en su mirada que desea preguntar más. Todos quieren saber mi historia y ver si sacan provecho de ello. Creen que soy vulnerable e ingenua. Quizá lo aparente por fuera, aunque una vez conociéndome solo se ganan mi odio. Es como si me leyera el pensamiento, se endereza en su respaldo, y me mira con nuevos ojos.
- ¿Quieres irte? -
- creíste que no lo descubriría
- lo lamento mucho Natalia, soy un completo idiota.
- no voy a negarlo. Y no. Quiero quedarme, si te comportas.
- mi dos hermanos vivíamos en conapo, rusia, era una de las zonas ricas de la ciudad, antes de todo esto, - señala el lujo a nuestro alrededor - teniamos una vida humilde, mi padre trabajaba para pagarse la dosis del dia, y golpeaba ami madre sin piedad - dejo comer cruzando los cubiertos en mi plato - y ami quería convertirme en algo como el, pero nunca me doblego, a pesar de las palizas que me ganaba, hector salomon era su sobrino favorito porque hacia todo lo que él quería, y sabia que andaba en negocios turbios. Tráfico y prostitucion. - trago saliva, estoy absorta en su relato. Y el perdido en su historia - una noche me despertaron los chillidos de mi hermana, mi hermano mayor Rafael estaba ... cuando entre a la habitacion estaba sobre ella golpeándola y rasgandole la ropa, intente defenderla a pesar de ser un niño pero me golpeo tan fuerte que me saco el aire, supongo que estaba drogado ho nunca vi su depravación y lo que le hacía a ella. Había un arma en la casa, sabía donde la escondia porque mi padre me obligaba a practicar con ella en el techo de la casa y fui hasta su escondite y la saque, al regresar a su cuarto el se percato de mi presencia, creyó que no lo haria, me amenazó e insultó, cuando dio un paso hacia ami. descargue el arma en su pecho.
Sus ojos se encontraron con los míos, y sonrió con tristeza.
- no me arrepiento de nada. Pude salvar a mi hermana de ese malnacido. Al regresar Las personas que protegían a mi hermano se enteraron de mi delito quizá ya me buscaban y me ofrecieron protección, pero cuando empezaron a traicionarse unos a otros, fui más inteligente que ellos y me hice del poder con la ayuda, la bratva se enteró y me ayudaron a limpiar el apellido de mi familia, poco a poco solo quedó una sombra de lo que una vez fui y nació un nuevo yo, me dejaron algunas empresas en las vegas para dirijirlas, mis empresas todas son legales, trabajamos bajo una línea fina rozando la ley, no trabajo con drogas, ni putas.
- ¿en qué trabajas? - hable por fin. Vacié mi copa y Víctor me la relleno antes de contestar.
- importaciones, algunos casinos, clubes, hoteles y bancos sobre todo de Suecia. Mi hermano mayor mató a mi madre y a mi padre y quiso matarnos a nosotros.
- eras una amenaza.- eventure.
- era buscado por matar asu capo, y yo… solo nosotros éramos unos niños que le estorbaban. Al final regresar a rusia tuvo sus ventajas.
- ¿cuantos? - no necesito mencionarlo para que comprenda cual es la verdadera naturaleza de mis palabras.
- bajo mi propia mano...150 .
- 312
- es un chiste - suelta una risa amarga. Pero me observa esperando mi respuesta.
- más de la mitad en servicio por órdenes, el resto fue durante mi cazeria. Estoy unos meces limpia.
- yo hace unos tres años que no he tenido incidentes... Hasta que mis primos iniciaron todo esto.
- bueno. Uno no puede elegir a la familia. - tome mi copa y él se puso de pie.
- ven - me tendió su mano ajustando su chaqueta. Tome un sorbo y solté la copa - confía en mí.
Tome su mano y me puse a su altura. Salimos del restaurante y fuimos al muelle acercándonos a pie
.
- ¿sabes nadar?
- que pretendes - Dije haciendo un espacio entre nosotros
- una apuesta. Si gano yo, dejaras tus pantalones y usaras falda cuando no estés vigilando - dijo mientras se quitaba su chaqueta.
- ¿que tienes tu con mi ropa? - pregunte divertida.
- llámalo fetiche. Pero te ves hermosa con falda o vestido. - se quitó su corbata y comenzó a desabotonar su camisa mostrando un pecho lampiño y muy tonificado.
- ¿por qué te desvistes?
- Vamos a nadar. Te desafío a una carrera.
Lo pensé unos segundos y me quité mis zapatillas.
- si gano yo. Me dejaras indagar en tu sistema.
- es un trato entonces.
- trato - extendí mi mano y la estrecho.
- ¿no vas a quitarte el vestido?.- esta vez su tono no fue seductor.
- no, asi estoy bien - no iva a decirle que no traía nada en la parte de arriba, aunque el ya debería haberlo intuido.
- como quieras. El agua está fría
- sobrevivire - terminó de desnudarse quedando solo en boxers.
- lista - me ofreció su mano de nuevo y la tome, caminamos hasta la orilla de la tarima y nos quedamos uno al lado del otro.
- a la cuenta de tres... Uno. Dos... Tres.
........
Por supuesto perdí, después de nuestra competición, el agua fría no me dejo concentrarme y pesqué una gripe lo cual lo hizo sentirse culpable y estuvo al pendiente de mi salud durante 4 dias, tuve fiebre y muchos escalofríos. Eso si no me faltaron los mimos.
Victor
Natalia camina a mi lado tecleando y maldiciendo a su teléfono, hoy lleva pantalón ajustado, botas militares y chaqueta de punto. Me muero por verla en falda de nuevo.
Después de ganar la apuesta caminamos por el muelle conversando. Y cuando le hablé de Edward quiso conocerlo de inmediato así que le prometí que en cuanto se pusiera mejor lo conocería.
Ese día es hoy. Por eso vamos a conocer a mi jefe de seguridad, un hacker que lleva 8 años en mi familia, y estamos en el casino galaxia, donde está la sede de mando más grande que poseo, cuando cruzamos las puertas del servicio del personal a la sala de monitoreo, varios empleados sacan cajas y cómputos
- ¿qué sucede?
- señor... Edwar está algo alterado. Está limpiando.
- ¿que dice?
- algo de una abeja reina, roja reina. No sé. Esta algo incoherente.
Natalia contiene una carcajada, haciendo un ruido como si se ahogara. La veo de reojo y sé que sabe algo.
Cuando llegamos a las paredes contra espías, están polarizadas a manera que no se refleja la información de las pantallas planas, salen las últimas cajas cargadas por unos empleados y veo a Ed, barriendo y juntando la basura. .
Su espalda se tensa al notar nuestra presencia y deja la escoba y recogedor en una esquina. Huele raro.
- que bien huele - dice Natalia. - es streddee.
- majestad - Ed, carraspea y hace una reverencia hacia nosotros, con brazo incluido pegado a su cuerpo
.
- ¿tu eres factor ¶π?
- Bienvenida a mi morada. Majestad. Es un verdadero honor tener a la Reina Roja
- reina roja - me vuelvo hacia Natalia y ella se encoge de hombros - eres tu esa hacker que tanto idolatra Edward.
- solo soy la interfaz.
- gusta un café, un pendrive, mis códigos, mi computadora...
Esto es inusual creí que Natalia sólo sabía algo de informática por como arreglo mi computo, pero por la actitud de Ed, ella va mas aya, me acomodo detrás de ellos recargandome en las mesas impecables, vaya, Ed se esmero en recibirla.
- empecemos por un café y tus códigos - saca su caja y pone en la mesa su maleta - traje mis juguetes... Y los tuyos.
Edwar parece aturdido, parpadea y se mueve sacando unas memorias ram portatiles. Las deja junto a Natalia.
- qué sabes de mi código Edward
- edy... Puede llamarme edy majestad.
- edy... Llamame Natalia.
- ho no... Yo no podria.
- insisto por favor - ella le sonríe y Ed se pone rojo, algo se mueve en mi interior y quiero arrancarle la piel a tiras por permitir que se le suban los colores.
- gracias. Natalia - se pone más rojo hasta las orejas y tengo que apretar los puños.
- cuantos años tienes Edy.
- 24
- Edy... No vas a pedírmelo. - Ed parpadea y derrepente, busca como loco, hasta encontrar una pequeña caja roja de terciopelo y se vuelve hacia ella. Carraspea un par de veces haciendo que natalia sonría por su actitud.
- dioses gracias por esto... Majestad - pide su mano con caballerosidad, Natalia sonríe y le da su mano como si estuviéramos en la época del siglo 16 entre aristócratas. Trago saliva mudo. - me haria el honor de fusionarse conmigo.
Que mierda. Estos, oh están follando con la mirada o de verdad acaba de pedirle matrimonio
- acepto - Edwar saca un anillo universitario con una roca roja grande, lo desliza en el dedo anular de Natalia. Ella se vuelve y abre su maletín, donde su equipo brilla por los aparatos de espía que trae en ellos, toma una pequeña caja con goma donde con su puño encaja la piedra del anillo
- Reina Roja Activa - pum. Nos quedamos a oscuras. Unos tres minutos después un logo aparece en las pantallas, una pieza de ajedrez, la Reina Roja da vueltas en las pantallas y la luz vuelve
- Victor porque no vas hacer tus cosas - dice mientras saca unos cables y se los pasa a Edy. Me está echando. Enserio
- tengo tiempo.
- que te larges. Necesito estar a solas con Edy. Hay mucho trabajo. ¿Tienes cama y baño? - Le dice mirándolo desde su hombro
él asiente - vas a compartirlo conmigo verdad.
- todo lo que quiera madam, incluso las vistas. -
- ¿cuánto vas a tardar? - exijo malhumorado por su intercambio de coqueteo. Se que son cosas de hackers, pero me molesta la idea de ellos dos juntos. Ed, me mira y parece llegar a una conclusión porque se pone hablar con Natalia de sus cosas informáticas, todo rastro de humor se ha esfumado de su voz, ha entrado a modo profesional y platican como si yo no estuviera presente.
Me han desplazado, por primera vez una mujer no prefiere mi compañía y tenía que ser Natalia. Cada dia que convivo con ella descubro algo nuevo, ella no busca mi atención, no me coquetea, solo se dedica a su trabajo y entre mas me rechaza más la deseo. Pero ella no. Me lo ha dejado claro y que coquetee con Ed, me hace hervir la sangre. Nunca me había sentido tan atraído por alguien.
Natalia se recarga en un codo sobre el hombro de Ed. Y este halagado se pega un poco más a ella.
- tienes muy divertidos juguetes.- y derrepente chilla y da un saltito irritante como si fuera una adolecente, con aplauso incluido. - tienes R. B ( reconocimiento biométrico )
- ha.aa.a... si también es mi favorito
- Edward sonríe satisfecho por la reacción de Natalia - pero no es nada sostificado con el que usted posee.
- te equivocas el R. B. Es lo mejor en tecnología digital si la Reina Roja fallara, que no lo hará, este servirá como segunda I. A.
- antes buceaba en la basura. Pero desde que trabajo para la familia tengo lo mejor.
- ya lo he notado. Tienes un drive-lovtom última generación.
- si. ¿Quieres que te muestre mi colección? Tengo 16 en total..
- ya... Quizá más tarde. Hay que conectar estos cables a tu sistema. La Reina Roja hará el resto.
- es verdad lo que dicen. Que es el cerebro del gran nikelay.
Algo en la expresión de Natalia cambia emudeciendola y borrando la sonrisa de su rostro. Ed parece notarlo porque de repente se hace un silencio de ultratumba.
- mi mas sentido pésame - da un apretón a su hombro - de verdad era un gran hacker. Hubiera sido genial conocerlo, es verdad que no tenía rostro
- me recuerdas un poco a él - dice ella volviendo a la realidad.- Quieres que te muestre una foto.
- enserio me dejaría conocerlo - Ed tiene un brillo nuevo en sus ojos.
Me pongo de pie llamando su atención.
- sigues aquí - dice ella algo irritada.
- tienes trabajo Víctor me sorprende que hagas caso omiso.
- tranquila ya me voy - me acerco tomándola por los hombros para girarla hacia mi, y le beso la mejilla. Inhalando un poco de su aroma y marcando mi territorio muy sutilmente frente a Edward. Parece entenderlo porque retrocede. Me separo de Natalia quien me mira con ojos achicados.
- tu tramas algo y no es nada bueno.
- si me porto mal vendré por ti.- prometo con una sonrisa.
- mas te vale tigre - me da una palmada en el pecho y miro a Ed que trabaja conectando cables. Solo así la libero. Salgo de la sala.
Natalia confunde mis pensamientos y me desconcierta su resistencia. Algo malo y triste debió pasarle para que sea tan distante conmigo y quiero saberlo todo de ella. Tiene ese rastro de oscuridad en el brillo en sus ojos, esas sicatrices que muero por tocar son parte de un pasado duro, y se que son de tortura, tendra algo que ver con los Salomón. Por eso está obsesionada con matarlos. Quiero descubrir quien es ella realmente, que confíe en mí. Esa idea me está obsesionando.
……….
No pude terminar, simplemente mientras me intentaba follar a Mónica no pude, Natalia se coló en mis pensamientos y para empeorarlo soñé que podía tocarla, que acariciaba sus piernas e incluso que podía besarla. Y rara vez beso a Mónica. Salgo de la suite para golpear algo y sacar toda la frustración s****l que me carga. Han pasado 8 horas desde que los deje solos y mi irritación empeora.
Mientras camino por al ascensor, al abrirse las puertas dos figuras se tambalean, bueno solo una, Ed, ayuda a Natalia estabilizarse ella rodea su cuello con un brazo y la otra su cintura. Natalia se ríe.
- Victor. Quieres ayudarme. - dice al divisarme.
- porque no hablaste a seguridad
- ella bloqueo mi telefono, estábamos jugando a quien terminaba de configurar primero y perdió, empezó a beber directo de una botella y pues vine a traerla.
- seguro - sospecho que sus intenciones eran otras. Mire cómo la miraba - déjame yo me encargo.
- bombom - dice Natalia mientras la tome en brazos. - el novato pudo vencerme.
- que divertido verdad. Estás muy pedo.
- solo un poquito, nick ha estado de malas -
- ¿nick?
- es su amigo jefe. Ella parece llevar mejor su muerte tomando- Ed camina a mi lado y abre la puerta de mi suit.
- como murió Ed.
- no digas que te lo dije vale. - asiento - mataron a su amigo delante de ella. Los sumerios. Hay un revuelo entre nuestro código, un video en particular.
- comprendo. Gracias por traerla.
- no pretendía nada Victor. Solo dejarla en su cama.
- ¿cómo dices?
- tu mirada dice todo. No pretendía nada.
- esta bien disculpame. Vete a dormir.
- vale
Cierro la puerta de mi suitte y llevó a una Natalia inconsciente en mis brazos, la recuesto en la cama y le quitó su chaqueta, sus pantalones con sus zapatillas y la tapó con el edredón. .
Un deseo viene a mi y aunque no es mucho compartir una noche , aunque sea en la misma habitación calma mi cuerpo. La necesidad de tenerla cerca. No lo resisto. Me inclino hacia su cabello y lo huelo. Rosas, huele a rosas, su cara se gira hacia a mi y su aliento me golpea en la cara, el calor de su cuerpo.
- nick ... - sonrió escuchándola hablar y beso su frente. Su mano inconsciente acaricia mi cuello dejando un hormigueo en ella. Me aparto y me voy a la sala. Iré a la otra habitación donde pasaré la noche, me han echado de mi cama por primera vez en mi vida. Y sonrió.
Al terminar de trabajar, estoy por irme a mi cuarto en medio del silencio, el grito de Natalia me hiela la sangre, se lo que son las pesadillas y esos sonidos de su boca son de terror nocturno, casi corro hasta su cuarto, cuando entro está sentada en la cama con la cabeza entre sus piernas.
- ¿estás bien? - me siento a su lado con miedo a tocarla. Con Natalia es así ya me acostumbre a sentirme protector, preocupado y algo que no descifro aun.
- estoy bien - dice abrazando sus rodillas - te desperté
- aun no me dormía.
- sigo algo tomada. Vuelven cuando tomo. - en medio de la oscuridad y las luces nocturnas su piel brilla por el sudor, sus ojos grises brillan por las lágrimas derramadas, ahí hay una mujer frágil y destrozada que no conocía.
- ¿qué fue lo que te paso? - preguntó con delicadeza. Ella suspira y aparta los mechones de su cabello.
- cuando estaba en el ejército y descubrieron mis habilidades, empezaron a usarme para adquirir informacion, destruir posiciones del enemigo, mi última mi misión descubri posiciones de bombas nucleares y queme todo. No pensaba dárselo ni al gobierno y ellos no se enterarian que las encontré. Pero alguien si sabia y nos traicionó. Fui capturada por la hermandad y torturada. Taylor, dice que por eso me disparó el día que iban a rescatarme. Si moría la información moría conmigo. Has oído hablar del ras-maja.
- si - aprieto los dientes solo de imaginarlo.
- después de lo de él. Es mi única misión. Cobrarme la ofensa. Sola no hubiera podido - tomó mi mano y la sujetó entre las mías satisfecho de tener ese punto a mi favor. No se que significa pero me hace sentir el puñetero amo del mundo.
- no es nada - no tiene porque saberlo.
- para mí significa mucho.
Alcanzó sus ojos y ahí está ese brillo de nuevo. Me acerco un poco más, mis dedos pican por tocarla y levemente acarició su brazo hasta tocar su cabello y dejarlo detrás de su oreja.
- Creo que es hora de irme. Vuelve a intentar dormir - dejo caer mi mano. Estoy apunto de levantarme cuando su mano se aferra a mi brazo.
- puedes dormir aquí.
Ella me está dejando acercarme. Pero no. Es tentador, pero no confío en mí.
- no creo que sea buena idea.
- solo vamos a dormir Victor.
Me acercó besando su frente y sin mirarla le suelto.
- yo no solo quiero dormir contigo Natalia. - me alejo de ella, deseando que pudiera cambiar de opinión. La deseo, no hay duda y no solo en un rollo de una noche. Ella se me ha metido en la piel.