Prólogo
PROLOGO L2
Todo tiene un precio, pero al perderlo todo, no veo el sentido de vivir, aunque estoy atada a este mundo.
No sabia lo que es el dolor, el llanto y la oprecion. Jamas entendi que era ser consumida viva y no morir. No entendia como una persona puede derrumbarse al sentirse sola. Me burlaba de su sufrimiento y justo ahora pienso que alguien en concreto debe de estarce riendo de mi dolor.
Ya no me importaba la muerte, yo era la misma.
Pero él no. Él no. No él.
Estoy tan atrapada en mis pesadillas que nose si es peor despertar o seguir dormida, lo único que debía proteger era él y lo mate. Yo lo mate.
Es mi culpa.
Solo veo oscuridad. Solo siento mi pecho vacio y hace hueco en mi vientre. La muerte jamas tubo tanto sentido como ahora.
Hasta esa primera noche. Cuando sus ojos verdes acusadores me miraban. Jamas habia experimentado algo similar. Lo odiaba, pero aceptaba este vacio como un castigo personal.
Siempre hubo control, habia cierto equilibrio. Ahora no hay nada. Sin él. Sin sus ojos verdes. Sin su tacto, el sonido de su voz y esa mañia que tenia de rociarme agua en la cara, hablar de nosotros sin filtro alguno y sin importarle una mierda lo que pensaran de él, mi mundo no tenía lógica. Y morir no era una opción, vivir era mi tormento y ser consciente de mi error.
Cada noche en la oscuridad de mi habitación, en una cama que no es mia me toca revivirlo, me obligo a cerrar lo ojos, esperando, esperando a que solo pueda verlo, es lo único que me hace sentir cercas de él, aunque me enferme, quiero ver sus ojos, escuchar su voz. Nunca morir, ni dejar de comer, aun que lo vomite todo una y otra vez, no, mi venganza seria vivir. Odiarme cada día, terminar con lo que empecé y después... solo un final... una bala lo solucionara todo y podré estar con él.
Todo cambió con sus ojos azules, sonrisa coqueta me sedujo y vi la oscuridad en sus profundidades , en como habia similitudes, el parecido fue inegable.
Por primera vez me detube, esos segundos, se sintieron una eternidad, senti como era mi alma trasportada de mi cuerpo, y despues, despues solo quedó el nuevo él.
- hola preciosa