26.Querido esposo
Liam
Despierto a la hora que habitualmente suelo hacerlo para ir al hospital. Cuando abro los ojos aún no ha amanecido por completo. La luz que entra por la ventana es escasa, pero me permite distinguir lo que hay en la habitación. Me giro hacia la derecha y veo el cuerpo de mi ahora esposa, de lado y viendo hacia el otro extremo. No me acerco a ella. Algo no se siente bien. Pongo mi brazo sobre mis ojos y pienso en la misma escena pero con otra persona. Hace apenas unas semanas, el cuerpo de Annie era quien ocupaba ese lugar. Sin embargo, al contrario de ahora, solía arrimar mi cuerpo al suyo para abrazarla por la espalda. Siempre hacía el mismo gesto. Giraba su cabeza hacia mí y me regalaba una sonrisa, y un cálido buenos días.
No quiero seguir teniendo e
