18. Enemigas naturales Annie Me siento terriblemente mal. Las chicas me miran con lástima y eso aumenta mi dolor. La alegría que sentía por animarme a contactar de nuevo a mi familia, se ha ido. —Ay amiga, ahora nos sentimos culpables. El cucaracho y su pioja tenían que llegar en ese preciso momento. –Aún salen lágrimas de mis ojos, pero ya estoy más calmada. —Por favor, olvídenlo, no tienen la culpa de que yo tenga tan mala suerte. Pero estuvo bien que me enterara, porque ahora sé que pronto se van a casar. Así que ya he tomado una decisión. –Ambas me miran con tristeza en sus ojos, pues ya saben que he decidido. —Amiga, piénsalo bien. Angelito no tiene la culpa. Va a necesitar a su padre. –La mirada de mi amiga me conmueve. Ellas entienden perfectamente lo que se siente