73. Espero que no sea demasiado tarde
Annie
El camino a casa fue en silencio. Sé que me espera una buena charla con mi padre, pero del modo que vi las cosas, creo que mamá ya debe haber preparado el camino. Mi bebé va en su pequeño asiento, porque mi padre mandó poner uno en cada vehículo de la casa, así que solo voy tomando su pequeña manita. Lo veo dormir de manera tan apacible, sin saber nada de los problemas de los adultos. Y esa es mi meta y mi prioridad. Que siga creciendo como el niño más feliz, protegido de las preocupaciones del mundo adulto, al menos por ahora. Me comprometo a hacer todo lo posible para mantener su inocencia y su felicidad intactas, porque su sonrisa será mi mayor recompensa.
Mi padre estaciona el auto y sale primero para ayudar a mi madre y luego ambos v
