57.¡¿Por qué fui tan ciego?! Liam Cuando salgo de la habitación de María, me dirijo a la mía para guardar algunas cosas. Si he tomado una decisión, no puedo titubear en este momento. Aunque haya aceptado los términos para el divorcio, eso no quiere decir que tenga que seguir viviendo con ella, ni que no vaya a iniciar los trámites desde ahora. Darle ese plazo que me pide, es lo mínimo que puedo hacer, después de todo, quien insistió en estar juntos fui yo. Mientras coloco en una pequeña maleta todo lo indispensable, pienso en todo lo que ha pasado este año. Han ocurrido una serie de malas decisiones y todas tomadas por mí. Desde el momento que acepté casarme con Annie, todo transcurrió como una bola de nieve que fue arrastrando a todos en el camino. Tal vez si me hubiera negado