No pude moverme, ni un solo centímetro, sus labios eran tan imponentes que, al estampar con los míos quedé anonadada, sin poderme permitir siquiera el respirar. Los brazos de Kalev me sujetaban de forma envolvente y su lengua, dentro de mi boca, jugueteaba con libertad. El tiempo se paró haciendo que ese beso quedará suspendido en el ambiente, cómo sí solo existiéramos los dos y todo alrededor hubiera desaparecido, estaba tan cargado de emociones que, me sentí presa dentro de esta enorme marea. Sí, no fue un buen momento, definitivamente, tal vez fue el peor momento para que él lo hiciera, porqué algo dentro de mí lo deseaba, pero no lo quería, no de esta forma. Y al encontrar motivación dentro de mí, le presioné el pecho para que parase, y el sonido de un claxon, me perturbó. Tanto