-Amor, estoy conduciendo un Lamborghini, es magnífico ir a gran velocidad.
-Amor ten cuidado ¿de quién es el Lamborghini?
-De Luigi el hijo de Don Pietro, cuando le dije que no sabía conducir manual, dijo que me enseñaría; y su auto en un Lamborghini, cuando le dije que podía estropearlo solo me dijo que no importaba, con tal de que yo estuviera feliz.
-Corazón mío, ¡estoy celoso!!!
-Alex es solo un Lamborghini nada más, puede ser un auto potente, pero no es tú.
-Me refería al hijo de tu socio!
-Cómo crees, es casado y tiene tres hijos hermosos.
-Bueno entonces todo está bien ¿cuándo regresas?
-Amor, esperaba conocer un poco más y trabajar, estoy algo inspirada, tú como estas, te extraño.
-Estoy bien, el doctor ya me dio permiso de moverme y levantarme y dijo que estoy sanando muy bien y rápido que posiblemente en dos semanas pueda ya darme de alta.
-Amor por favor cuídate, voy a trabajar un poco y regreso a tus brazos, te extraño.
-Y yo a ti, cuídate muñequita.
Ella estará fuera otras dos semanas con otra ronda de desfiles y al estar Alex herido no puede acompañarla sino solo extrañarla y desear poder salir pronto del hospital para darle una sorpresa.
Sin saber que el futuro le depara una de muchas sorpresas.