Tomando el cuchillo de nuevo, procedió a realizar un corte limpio sobre el cuello de Stella. Sangre goteó poco más de unas pocas gotas por tener ya su corazón sin bombear. Dio hachazos a sus pechos creando una obscena masacre en su vestido a la altura de su entrepierna. Por si no hubiera sido suficiente, siguió su trabajo en el abdomen de ella, cara y brazos. Le sacó los ojos e intentó cortarle la nariz, pero era demasiado dura para su cuchillo. A continuación, hundió el cuchillo en la sangre y escribió con él “Muerte a los cerdos” en una de las paredes. Como acto final, cortó el cordón telefónico de un solo golpe. A continuación, dejó el cuchillo en el suelo junto al cuerpo a la vez que recogía la nota que ella le había escrito sobre su intención de divorciarse. Se la colocó en el bolsi