Capítulo 12 Llevábamos dos días en la ciudad de Chicago y me había comenzado a sentir mal nuevamente, había ignorado todo esto y puesto mi mejor cara para las lectoras de mi libro, pero al final del día había tenido que correr hacia el baño a vaciar mi estómago. Vi de nuevo con horror como el interior del inodoro se había teñido con varias gotas de rojo, la boca de mi estómago ardía demasiado. Salí del cubículo y lave mis manos y mi boca, miré mi reflejo en el espejo y observé mi rostro pálido y unas ojeras muy profundas. La noche anterior la había dedicado a los últimos capítulos de la traducción y me sentía muy orgullosa ya que estaba cada vez más cerca del final y así, al terminar la gira mi novela también estaría terminada y podría salir al mercado de países de habla hispana y