Entre nosotros ¿Amor o maldición?

CAPITULO XXIV. La cena

El vestido de Nathalya había llegado a su puerta, rojo sangre con destellos dorados, de manga larga pero con un poco de escote en el pecho, el diseño largo y pegado dejaba ver a la perfección su sensual figura que resaltaba ante todo, además, Ángel le había obsequiado los zapatos perfectos en color dorado y unas joyas que iban a la par del estilo del vestido, cabello recogido y después de unos minutos, Nathalya estaba lista para bajar y como Ángel le había mencionado, una de las empleadas fue por ella para llevarla al comedor donde Ángel y don Emeterio la esperaban, ella lucía radiante, tan bella y elegante. Don Emeterio admiraba la belleza de su futura nuera y comenzaba a sentirse orgulloso de la elección de su hijo, algo que nunca se hubiera esperado. Ángel, como siempre, presumía de ser el hombre perfecto para una mujer como ella, a lo que Nathalya debía reaccionar amorosa e inteligentemente aunque por dentro lo detestara. Durante la cena, don Emeterio, en un intento de conocer mejor a la que sería esposa de su hijo, cuestionó a Nathalya sobre su vida.

- Y dime hija, ¿cómo te llamas?

- Disculpe la descortesía don Emeterio, asumí por error que usted ya lo sabía, me llamo Ivania Lamat

- Es un hermoso nombre. Perdón que pregunte, pero escuche que mi hijo se dirige a tí como Nathy, si no me equivoco - Ángel y Nathalya se sorprendieron al escuchar ésto, afortunadamente Nathalya supo reaccionar a tiempo

- Nany, quiso decir, él me dice Nany de cariño

- Debí confundirme

- Su hijo es muy tierno

- No conocía esa faceta de mi hijo. Y dime, ¿de dónde eres?, ¿quiénes son tus padres?

- Papá, creo que estás incomodando a mi novia - injirió Ángel, tratando de evitar que Nathalya se viera metida en un conflicto

- Oh, no te preocupes, cariño. Entiendo que tu padre este preocupado por tu futuro, estoy segura que quiere lo mejor para tí. - respondió Nathalya recordando que hace un par de meses, los señores Lamat fueron asesinados y comenzó a relatar una historia inventada - mis padres eran los dueños de los casinos Lamat, supongo que no llegó a escuchar de ellos, puesto que pagué mucho dinero para evitar el escándalo.

- Lo siento mucho.

- A Nany no le gusta hablar de ello - sugirió Ángel

- Es cierto, pero no pretendo que tu padre se quede con esa impresión de mí - mencionó ella tomando sutilmente la mano de Ángel y siguió contando - a mis padres los mató una persona de confianza que los defraudó, les robó casi todo lo que tenían hace poco más de tres meses, la verdad me quedé sin nada - Nathalya fingió estar al borde de las lágrimas para que su historia pareciera más real, a lo que don Emeterio se mostró conmovido y prosiguió - invertí todo lo que tenía en encontrar al culpable y con un poco más de esfuerzo, pagué para que se hiciera justicia, usted entiende, ¿verdad? - Nathalya se dirigió a don Emeterio con una mirada que aseguraba justicia por su propia mano

- Claro, hija, yo hubiera hecho lo mismo

- Y bueno, todo esto me llevó a la depresión, pero su hijo ha sido un gran apoyo para mí al dejarme vivir bajo su techo después de mi desgracia, me ha demostrado su amor incondicional en cada momento

- Nany, yo haría lo que fuera por ti. Por eso esta noche ha venido mi padre para celebrar nuestro compromiso

- Así es, hija, ya es tiempo que mi hijo se case, la verdad pensé que nunca sentaría cabeza, pero al conocerte me he dado cuenta que mi hijo ha empezado a madurar

- De eso no tenga duda, suegro, si no le incomoda que le llame así

- Es perfecto

Ángel estaba complacido por la excelente actuación de Nathalya y se sentía tranquilo de poder tener esta cena con su padre, quien le había prometido más apoyo económico si le demostraba madurez, por lo que sus palabras le cayeron como anillo al dedo. En un descuido de su padre, hizo correr la voz entre sus empleados, que su prometida se llamaba Ivania Lamat, Nany de cariño, para que al preguntar su padre por ella nadie cometiera el error de llamarla Nathalya.

- Pero dime, hijo. ¿Dónde has conocido a tan hermosa mujer?

- Bueno, padre. La conozco desde hace tiempo, salíamos.. mmm

- Que no te de pena decirlo, cariño - interrumpió Nathalya para relatar otra historia - acudíamos a la misma preparatoria, mis papás me habían mandado a la pública como castigo por irresponsable, entonces conocí a Ángel en la época que él también estudió allí, debo confesar que me impresionó desde el primer instante

- Creí que entonces tenías una novia... ¿cómo se llamaba? - preguntó don Emeterio dirigiéndose a Ángel

- Nathalya, papá - respondió él

- Oh, sí

- Ash, esa insignificante pobretona - mencionó Ivania

- Nada que ver contigo, cariño - injirió Ángel hacia ella

- La verdad no podía permitir que su hijo saliera con esa tipa, así que le pedí que me ayudara a estudiar matemáticas, obviamente sólo fue un pretexto porque su hijo era bastante malo en la materia - todos se reían un poco de esta historia - reconozco que yo tuve la culpa de que terminaran

- Lo cual te agradezco infinitamente, amor - respondió Ángel

- Le hiciste un favor a mi hijo, siempre pensé que ella sólo fue un capricho - injirió don Emeterio

- Lo sé, papá, debí escucharte, por suerte Nany me sacó de mi error - respondió volviendo la mirada hacia ella, luego de unos segundos se dirigió a su padre en voz baja - papá, ¿trajiste lo que te pedí?

- Claro, hijo. - el señor le dió a su hijo una caja pequeña de regalo, Ángel se dirigió a Ivania y le mostró su contenido para luego decir las siguientes palabras

- Nany, tú me has enseñado el verdadero valor de la vida, el significado del amor - recordó toda clase de cursilerías que escuchaba en las películas - y muchas cosas más, por eso esta noche te pido, delante de mi padre que es la persona que más respeto en el mundo, que seas mi esposa - sacó un anillo ostentoso de la caja de regalo y se dirigió a ponérselo a Nany

- Ángel, soy tan feliz, sí acepto - él colocó el anillo en el dedo correcto y y don Emeterio se levantó de la silla para felicitarlos por su compromiso.

No hubo un beso de enamorados como se suponía, sólo un gran abrazo, lo cual llamó la atención de don Emeterio pues, no era lo que se esperaba en éstos casos, pero luego los escuchó murmurar que a Nany le daba pena frente a su futuro suegro y que se verían más tarde, el señor se quedó tranquilo pensando en que lo omitían por respeto a él y que posiblemente, pasarían la noche juntos como la pareja amorosa que eran. Después de esta charla, todos se fueron a dormir, Ángel tuvo que fingir que habían acordado mantener la castidad hasta la noche de bodas y que estaba completamente feliz y conforme con ello. Nathalya sabía que había hecho una excelente actuación y que ahora Ángel debería comenzar a cumplir su palabra.