Ivy frunció el ceño.
—¿Quién es la persona más aburrida de la Tierra para idear este tipo de planes?
Windy rodó los ojos una vez más.
—Por supuesto, fue Simon Albert, y me dijo que debía entregártelo personalmente. Ese maldito, me convirtió en la chica de los recados —se quejó Windy.
¿Simon Albert?
¿Por qué necesita hacer cosas como esta?
—Vete, Anna —afirmó Windy, imitando a Elsa en Frozen —. No quiero hacer un muñeco de nieve contigo —añadió, haciendo reír a Ivy y darle un golpe en el hombro.
Ivy negó con la cabeza.
—Puedes irte, señorita Gomez, y Greg, simplemente envíame los detalles más tarde —dijo.
Greg asintió con la cabeza y se marchó, mientras Anna lanzaba una mirada desafiante a Windy antes de salir de la oficina.
—De todos modos —comenzó Windy y sonrió —, envi
