Cualidades

El nacimiento de una diosa

Antes de llegar a la puerta unas imágenes pasan por mi mente, era mi mamá, trato de llegar a mi puerta, pero mi cuerpo no responde como quiero, como puedo pongo las bolsas en el piso, puedo sentir algo  y estoy segura de que son mis ojos brillando. 

Veo a mis padres llorar, tengo que llegar y abrir la puerta, escucho el sonido del ascensor, bajo la cabeza para que el cabello me cubra la cara y no me vea los ojos, siento un gran dolor en el vientre.

—Lilith por dios ¿estás bien?.

Se acerca y me sujeta del brazo, sin embargo, el dolor es suficientemente fuerte para que me doble las rodillas.

—Puedes ayudarme a entrar, mi llave está en el bolso.

Agarra el bolso y busca la tarjeta, me suelta un momento y abre la puerta, se gira ayudarme a entrar.

—Lilith tus ojos— bajo la mirada

—No es nada.

No pregunta nuevamente y me lleva a la cama, veo a mi madre acostada.

—Samuel, gracias por la ayuda, ya puedes irte gracias— aprieto la cobija del dolor

—No Lilith, no estás bien necesitas un médico ahora mismo—  trato de sentarme

—¡No! No puedes, se pasará en un momento, por favor no lo hagas— tomo su mano y la aprieto fuertemente

—Entonces dime estás sufriendo como puedo ayudarte Lilith esto no es normal, incluso tus ojos está brillando.

No puedo soportarlo más tengo que hacer que se vaya no puede verme así

—Puedes irte, pasará— suelto su mano, imágenes de luces que aparecen en mi mente son cegadoras —Por favor si— me mira por un tiempo

—Está bien.

Se da la vuelta y cuanto no lo veo más mi cuerpo se relaja y sedo ante el dolor, cierro los ojos y el dolor desaparece poco a poco, observo a mis padres, mi madre llora mientras mi padre le toma la mano, está en un hospital en ese momento sé lo que está pasando es el nacimiento de una diosa, Atenea ella nació, es hermosa mi mamá la carga en sus brazos esta feliz, mi padre también no puedo evitar llorar, ellos están felices.

—Mamá, papa felicidades es hermosa— digo como si me fueran a escuchar

—Lilith ¿hija eres tú?— esas palabras suenan en mi mente, esa es la voz de mi mamá

—Mama ¿cómo es que está pasando esto?, no dejes que nadie sepa esto menos los lideres— puedo ver que mi mamá busca a su alrededor

—¿Dónde estás?, sabía que no habías muerto, hicimos lo que nos dijiste, regresa por favor—  veo las lágrimas brotar de sus ojos

—No puedo lo prometí, pero les juro que iré por ustedes algún día, los amo.

Cuando abro los ojos, me siento en la cama apoyo mi cabeza en las rodillas no puedo evitar llorar, dios mío ¿Por qué me pasa eso?.

—¿Lilith estás bien?— levanto la cabeza y giro para verlo

—¿Qué haces aquí?, pensé que te habías ido— me limpio las lágrimas y me pongo a la orilla de la cama justo a un lado de él.

—Me fui, pero me arrepentí y cuando regrese estabas en el aire unos minutos, después caíste dormida, Lilith tienes dormida como tres horas puedes decirme que fue todo esto, acaso necesitas un sacerdote o algo para que te saque lo que sea que tienes dentro de ti.

No puedo evitar reírme, me levanto de la cama y me quito el blazer, Samuel se gira para no verme.

—Es en serio— me rio —No estás tratando de decir que tengo un demonio dentro o algo así verdad.

Me rio por un momento más y él no dice nada trato de quitarme la cadena, pero se atora en mi arete.

—Samuel puedes ayudarme me atoré— él gira a verme y al ver que solo estoy con una pantaleta se gira rápidamente

—Puedes ponerte algo de ropa.

Que pudiente salió, me dirijo al closet y como puedo me pongo el camisón.

—Listo ahora si puedes ayudarme duele sabes—  se acerca y me lo desata —Gracias me estaba lastimando— me mira fijamente.

—Ahora dime que fue lo que te paso— me siento en la cama

—Tengo cualidades  digamos que lo que viste fue una de ellas, y siempre cuando me da quedo agotada y duermo por horas, pero sabes esta que me dio me encanto, fue hermosa.

Al recordar las imágenes las lágrimas brotaron de mis ojos, una hermosa Atenea bebe.

—Ósea ¿cómo poderes?—  su rostro refleja que está confundido

—Si, pero… podrías olvidar todo lo que dije y viste nadie debe saberlo, es mi nueva vida y no quiero arruinar esta oportunidad, apenas estoy sobrellevando el  asunto de que estoy sola.

—Lilith ¿no sabes quién soy verdad?, si se enteran de ti no estarás segura aquí.

Es cierto si los de la empresa se enteran de mí correré el mismo riesgo que todos los que son como yo la empresa no puede capturar.

—Samuel realmente no sé quién eres, pero por eso no le cuentes a nadie olvida todo no quiero huir más—  él se pasa una mano por la cabeza

—Soy el líder de la resistencia, maldita sea Lilith si te atrapan no sabes lo que te harán, llevo trabajando bastante tiempo y al fin estoy por llegar al centro de la empresa.

—Sé cómo entrar a la isla— trato de desviar la conversión —Mire y sentí lo que le hacían a las personas como yo prometí ayudarlos, por eso quiero entrar, tengo poder e influencia en el mercado.

—¿Sabes entrar a la isla?— me pregunta interesado —¿Conoces a quien rescatar?— saca su celular —Dame tu número— extiende su brazo y anoto mi número en el celular —Organizaré una reunión y veremos si puedes entrar.

—Samuel mírame a los ojos— le ordeno —Lo que viste y oíste debes de olvidarlo me ayudaste a entrar y después te fuiste, ahora ve a tu habitación y sigue tu vida.

Se da la vuelta y camina hacia la puerta, ignoro todo y me quito el camisón y mi ropa interior