Anya. Con una sonrisa gigante lo miro dormir, al fin se rindió, sentí en un momento que esta locura no iba a terminar nunca, es un hombre joven muy fuerte, tiene potencia a la hora del sexo, soporta demasiado a mi parecer, no tengo como compararlo porque es mi único hombre pero creo que es así; paso la punta de mis dedos por su pecho velludo, bajo hacia su vientre plano y levemente marcado en donde también tiene una linea de pelos que va hacia el premio mayor, me muerdo los labios cuando se me ocurre una locura, lo miro viendo que aun duerme y creo que es una buena forma de despertarlo. Con cuidado me voy moviendo así no lo despierto antes de tiempo, voy a sus piernas acomodándome así puedo verlo a la cara cuando despierte, con suavidad agarro su masculinidad que esta dormida, dura porque