Cal estaba comiendo cerdo ahumado con salsa de ciruelas, mientras lo hacía pensaba en su encuentro s****l con aquel ente maligno. Sintió un escalofrío en la espina dorsal. - Ya olvídalo. Le dijo Clint. - Fui un estúpido, me deje llevar. Respondió Calisto bastante apesadumbrado. - Lo que me sorprende es tu falta de juicio. ¿No sospechaste que era muy extraño que hubiese una mujer ahí?. Quiso saber Clint inclinándose un poco hacia Cal. - Pues sinceramente un poco. Respondió el. - ¿Y porque fuiste entonces?. Cal se sonrojó y no contestó por la vergüenza. - ¿Pensaste que era yo?. Pregunto Clint bastante divertido. Cal estaba rojo como un tomate. Clint soltó una sonora carcajada y luego le dió un largo trago a su copa de vino. - ¿Que no me habías dicho que ya no intimarías conmig