- ¿Pero como podré darte algo importante si estoy encerrado?.
Lucifer se quedó pensando.
- De acuerdo, te ayudaré por el momento aunque no me des nada. Después deberás compensarlo con algo extraordinario. ¿Que es lo que quieres?.
- Por favor sana a mi hermano. Mi hermano sigue agonizando por esas heridas, y con lo que me has dicho su enfermedad también le está matando. Curarlo de todo lo que lo aqueja es lo único que me interesa en estos momentos. Quita su enfermedad y sana sus heridas.
- Si lo hago, la posibilidad de que seas rey es más escasa.
- Por favor. Curaló.
Cal vio como está extraña persona le miro fijamente. En momentos su belleza extrema hacia que se viera horrible. Era muy confuso de explicar.
- Listo.
- ¿Ya? ¿Es todo?.
- Si. Por el momento es todo. Ya hice algo por ti, ahora te toca esperar. Veamos que efecto tiene que tú hermano se recupere. Espero que sea interesante. Por tu bien.
- Yo también. ¿Ya te vas?.
Cal de repente se dió cuenta de que no quería estar solo de nuevo.
- Volveré pronto. Mientras tanto come, y date un baño.
Dijo este mientras señalaba una esquina del calabozo.
Cuando Cal miró hacia atrás vio que el lugar estaba limpio, había un catre que parecía ser nuevo y muy cómodo, una gran cuba de agua caliente con esencias y flores, ya no olía mal el lugar, había un cambio de ropa limpia y una deliciosa comida.
Al acercarse más vio una enorme jarra con jugo de calabaza, y en el cuenco había un delicioso estofado de ternera, holgazas de pan con especias, y un delicioso racimo de uvas verdes repleto en su totalidad. Cal sintió esperanzas y obtuvo confianza renovada. "No todo está perdido" pensó, "si estas conmigo"... "Contigo de mi lado todo será más fácil".
Sabía que eso estaba mal, que no era cualquier cosa, lo que le estaba sucediendo.
En verdad hablo con quién hablo.
Y había hecho un pacto con él.
Quiso sentir miedo, pero viendo la situación en la que estaba no tenía más opciones. No pensaba en morir por algo que el no cometió.
Se vengaría de todos por esta humillación, por la traición.
De todos, incluído su padre el Rey. "Les quitaré todo, y haré que vean".
Pensó con malicia. Estaba enojado por qué dudaron de él, lo hicieron sentir miserable dejándolo sufrir en esas condiciones.
Pasó, hambre, sed, dolor, frío y mucha angustia.
Les devolvería lo que sufrió.
Mientras se lavaba estaba pensando en como mantener todo interesante.
"Manténlo interesante"
Su voz aún resonaba en su mente.
No tenía idea de como mantener interesante su existencia.
Aún así no le quedaba más remedio que confiar en aquel ser.
Jamás se había sentido así, no sabía que estaba sucediendo y tampoco entendía que le pasaría.
Cal se preguntó si tal vez no estaría alucinando por la mala alimentación y la falta de agua.
Pero era imposible imaginar algo así, su mente no era tan original.
Las piezas en el tablero estaban moviéndose.
El único detalle es que Cal estaba jugando a ciegas.
No sabía nada de ese extraño ser y tampoco conocía sus intenciones.
Pero en estos momentos Cal no tenía nada que perder... excepto tal vez su alma.
Aunque Lucifer le había asegurado que ésta iría al purgatorio al igual que el resto. Algo le hacía sentir que llevaba todas las de perder.