CAPÍTULO 7

1523 Words
—Que mal, porque no se podrá — sonrió. —Claro que si— se intenta acercar pero lo detengo. —Acaso es usted bipolar Sr Licciardi. —Te propongo algo Nicole— su mano viaja a mi mejilla pero así como llega la esquivo. -¿What? —Sexo. Ayer no pude sacarme de la cabeza tu cuerpo, tus labios y como gemías cada vez que te penetraba duramente— soy yo o hace calor aquí— todo tú me atrae. Se me resulta imposible no volverme adicto a ti— susurra lo último. -No. —Nicole tu respiración ahora es más pesada, anhelas tanto como yo un nuevo encuentro. ¿Por qué no darle a nuestro cuerpo lo que piden? —Estos juegos no son mi fuerte. —Admito que nunca que he estado en uno, la vida se trata de riesgos principessa— me acaricia la mejilla y esta vez no lo impido.— que dices. —Tengo que pensarlo— asiente. -Un día. —Es muy poco tiempo. —No creo aguantar más sin tocarte Nicole — susurra.     (……)   Un día ha pasado ¡un día! Y aun no tengo la respuesta para Leandro. Todo mi cuerpo quiere ser nuevamente poseído por él, anhela su toque, sus besos esos que te dejan con ganas de más, pero la razón me dice que me aleje porque saldré dañada, quemada y el único ileso será Leandro. Hoy tuve clases en la universidad, por ello no me apareceré en el hospital, y no podre ver a Leandro, aunque es lo mejor así tendré tiempo de pensar mejor las cosas y tomar una decisión. —¡Nicole!—escucho que grita Fran. Me detengo a esperarla. Ciao Fran— le doy dos besos en la mejilla— dime. —Luca me conto que algo te pasa con el caliente de Licciardi— y eso que no le conté nada. Ruedo los ojos. —No ha pasado nada con él. Porque se empeñan en saber qué pasa cuando en realidad no sucede nada— exclamo irritada. —Malditasea Nicole Davis Hemsworth— solo me llama por mi nombre cuando se encabrona—o me dices la verdad o no respondo— me amenaza. —No quería hablar ahora, tengo cosas más importantes que hacer como para hablar de lo que sucede con el— como por ejemplo pensar en la maldita respuesta que ya me tiene la cabeza hecha un quilombo, pero obviamente no dije eso. —¿Cómo que cosas? ¿Ver netflix? ¿Terminar de leer la saga de Hush hush?—resopla— eso no es tan importante. —Claro que es importante— gruño— para tu información ya voy por Finale— hago una pose de victoria. Nos reímos. —Bueno ahora sí cuenta. —No lo dejaras pasar— preguntó pero más que una pregunta es una afirmación. —Ya sabes que no— saca su teléfono y envía un mensaje de texto— listo, ya le avise a Anto que nos reuniremos en 15 en tu casa. —¿Cuándo las invite?— preguntó. —No necesitamos invitación bebé—guiña un ojo y empezamos a caminar cada una a su automóvil, en eso suena mi móvil y al ver es Adriano, pero cual Adriano —¿Quién eres y porque te tengo en mis contactos?— escucho su risa. —¿No me recuerdas?— su voz se me hace conocida. —No. —Que olvidadiza eres Nicole— dice burlón. Desactivo la alarma del auto y seguido entro en él. —Eso ya lo sabía y no te incumbe— respondo seria— tengo cosas más importantes que hacer que estar hablando con un desconocido, ahora dime quien eres o vete a la mierda. Se ríe— ok ya te digo, soy el chico del bar. —¿Es enserio?— respondo incrédula. —Si —Si no me dices que eres el chico del bar juro que no me acordaba—respondo con sarcasmo— te agendare como “chico del bar” genio. — Soy Adriano. —y…. —“Deberías tomártelo con calma es una bebida muy fuerte” Intento recordar, pero nada llega. Unos segundos más hasta que logro recordarlo. Es el chico con el que baile el día en que deje caliente a Leandro en aquel baño. —si ya te recuerdo. Debiste haberlo dicho desde el principio— reímos— ¿para qué llamas?— pregunto. —Bueno quedamos en que nos íbamos a ver – y ya sé por dónde va todo este asunto— me preguntaba si querías ir a cenar esta noche conmigo. Me quedo meditándolo varios segundos. —Nicole— habla Adriano. —Si acepto. —Dale entonces dame tu dirección y voy por ti a las ocho. —Ok, addio— cuelgo. Le envió mi dirección a Adriano y manejo directo a casa. Llego y ya las chicas están esperándome afuera. —Necesitamos unas llaves para no esperarte para la próxima— habla Fran. —No tendrán llaves de mi casa— sentencio mientras abro la puerta. —No importa la sacare, tengo las de Anto y Luca faltas solamente tú— miro rápidamente a Anto. —No tuve opción Nico, sabes cómo es Fran— ruedo los ojos— ahora si a lo que vinimos—las dos se tiran en los muebles mientras me tiro en medio de ellas. —Se van a quedar calladas mientras les cuente todo— cierro los ojos— en la primera interrupción no hablo más. —Si lo que quieras, ahora cuenta—  habla una desesperada Anto y es que es una chismosita de lo peor. Tomo un respiro y les empiezo a contar todo desde la declaración de rizo hasta la propuesta de Leandro y por primera vez se quedan en silencio. —Y bueno eso es todo, ah y hoy saldré con Adriano— les cuento. —OK— responde una pensativa Fran— eres una perra te cogiste al caliente de Licciardi en el hospital— se abanica con la mano— ¡¡que caliente!! ¡¡Quería algo así!!— chilla. —No es para tanto— las dos me miran con caras de ¿enserio?— bueno si fue lo mejor, el idiota me cumplió una de mis fantasías y me dio el mejor orgasmo de mi vida— suelto todo rápido. —Quería algo así— dice Anto con un leve puchero— pero lo más importante, cual será tu respuesta. —No sé, tengo miedo— hablo sincera. —Tienes miedo a involucrar tus sentimientos o me equivoco— niego— ven aquí pequeña— me abraza fuerte. —Sé que sufriste pero fue hace un año— Fran se nos une al abrazo— además eres fuerte sabrás no involucrar tus sentimientos. —Si no te sientes segura dile que no— susurra Anto. En mi última relación me fue terriblemente mal, me enamore como una idiota y me dejo para irse con otra, según él no le daba la atención que necesitaba y joder que siempre estaba pendiente de él, de nuestra relación. Estudiar medicina requiere casi todo tu tiempo, pero no lo entendió, si en verdad me amaba hubiera aceptado todo lo que le daba, si la carrera era lo primordial para mí pero lo amaba y siempre se lo hacía saber. Desde ese suceso no me he vuelto a enamorar y tampoco lo haré no hasta que me gradué pero no significa que no vaya a tener sexo, Leandro me lo ofrece y uno de muy buena calidad, ese idiota es  una tentación y se me es imposible no caer en ella. —Ya sé que haré. —Que— responden las dos. — Como él dijo “La vida se trata de riesgos”, así que si le diré que si al idiota de Licciardi. —Me parece perfecto—dice Fran —Se dan cuenta que soy la única sin chico— habla Anto. —Solo porque tú quieres—la señala Fran— tienes mucho detrás de ti y no aprovechas. —Quería vivir algo inusual, único y que cuando lo vea sienta esas mariposas y esa típica corriente eléctrica que se extiende alrededor de todo mi cuerpo— su tono de voz es anhelante— ninguno de ellos me lo da. —Quieres a un Travis, Patch, Cuatro o Grey— pregunto —Quería a todos ellos en uno— suspira— así como el Sr. Licciardi —Soy afortunada que te digo— respondo arrogante. Reímos. —Eso de leer esos libros les está haciendo mal. —Cállate Fran— hablamos al mismo tiempo. —Está bien, yo solo decía— se excusa— ahora arréglate tienes una salida con Adriano. —Merda. —Se te había olvidado— afirma Anto. —En mi defensa no es un asunto tan importante— me defiendo. —Bueno al baño que las dos vamos a escoger tu atuendo—niego— no es una opción Nicole. —Malditas— medio susurro. Me encamino al baño —¡Te escuchamos!— gritan. —¡De eso se trataba!— Ya duchada voy a mi dormitorio encontrándome con las chicas en mi cama comiendo cereales. —Tu atuendo está en el asiento— volteo a mirarlo. Un enterizo n***o, bota ancha con una abertura desde mi cuello hasta la cintura dejando ver la mitad de cada uno de mis pechos.   Ya arreglada me veo en el espejo— Joder que sexy eres Nicole— me giño un ojo. Siempre nos debemos de decir algo lindo de vez en cuando. —Humildad por favor— habla Anto —Estas caliente amiga, lástima que me gusten los p***s, uno en particular. —Ok no quería saber nada más— abrazo a cada una— las quería y Anto no dejes que Fran se acerque a la cocina, no quería mi casa en llamas cuando llegue— Fran iba a reprochar pero ni siquiera la dejo— sabes que es así—mi celular vibra. Es un menaje de Adriano ya está afuera— Llegaron por mí arrivederci. Salgo de mi departamento encontrándome con un Audi r9 estacionado al frente y bajándose de el Adriano. Tengo que admitir que es muy lindo y como esta vestido lo hace ver aún más.     —Ciao— habla cuando llego a él. —Ciao—sonrió. —Está muy bella Nicole— me abre la puerta del copiloto. —Tu no quedas atrás— entro. Rodea el automóvil y sin más nos dirigimos a no sé dónde. —¿A dónde me llevaras?— pregunto mientras veo los edificios pasar. —Vamos a un nuevo restaurante que abrió hace poco pero es muy famoso, se llama “Rose rosse”— asiento. Nos envolvemos en un silencio un tanto cómodo mientras tanto un idiota llega a mis pensamientos, en todo el día no he tenido ninguna llamada ni mensaje nada de él. Bufo molesta.      
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