Armand se encontraba frente a la fila de su personal en el hogar que iniciaba su mayordomo hasta el portero seguido por la criada más humilde. —Me he enterado —comenzó diciendo—, que uno o algunos de ustedes han estado filtrando información de lo que sucede aquí, dentro de las paredes de mi hogar y del que fuera también de ustedes. En ningún momento se les ha exigido más de lo que pueden dar, por lo que me es imperdonable tal falta. Los presentes se miraron unos a los otros. »Y como me temo que nadie dirá quién ha sido el que ha filtrado la información, todos están despedidos. Mi administrador entregará a cada uno de ustedes un sobre con su paga. —Señor —llamó una joven doncella—. Sé quién lo hizo… Hablar con esas personas. —Esa persona, quiere dar un paso al frente o va a espera