Amber Boh. «Ay, noooo» grito mentalmente al darme cuenta de todo lo que he hecho, pero ambos tuvimos la culpa esta vez. Eso que pasó ahí abajo fue muy raro y viéndolo de todos ángulos la situación claramente se salió de control. No quise que eso pasara, pero no había forma de evitarlo y ahora me siento demasiado apenada. Ni siquiera sé que decir. ¿Qué estará pensando de mí? ¿Dirá que intenté seducirlo? Sentado en el sofá, levanta un poco la vista y me mira, cierra los ojos por unos segundos y los vuelve a abrir como si de coraje para enfrentarme se tratara. No dice nada y eso me asusta. No parece demasiado feliz con esto, al contrario, veo mucha frustración en sus ojos, tampoco yo estoy feliz, pero si seguimos así todo será peor. —¿Te vas a quedar allí toda la vida sin hablar? —Su voz