Doctrina de la razon

1674 Words
Ese día al llegar a casa, estuve pensando en que tal vez cometí un error al llamarla amiga, quiero decir, yo soy su amigo, pero ella ni me conoce. Sin embargo aunque en mi mente eso era lo que decía, en mi corazón no era lo que sentía. Creo que esto es lo habitual en las personas, que el corazón y la cabeza no estén en sintonía. Así que pensé en simplemente ignorar a uno de los dos, pero a cual, sé que uno de los dos tiene la razón pero no necesariamente sea la cabeza, tal vez en esta ocasión mi corazón tenía la razón y ya era hora de conocer a más personas, tal vez podía intentar dejar que Dayane me conociera más y quien sabe, tal vez más adelante resulte que algo pasa y su cuerpo pueda resistir estar en contacto directo con el mío… por decirlo de alguna manera. Así que tome la decisión, decidí que tenía toda la vida obedeciendo a mi cabeza y ya iba siendo hora de hacer un cambio en mi vida, pues ahora quiero experimentar cosas nuevas y mientras siga haciendo las mismas cosas, tendré los mismos resultados. Obviamente estos cambios tenían todo con un condicionante, el cual era que nada afectara mi participación en el proyecto que me había sido legado por mis padres. Y si algo me llegase a entorpecer, sería una clara señal de que debía abandonarlo, cambiarlo o execrarlo de mi vida; sin importar quién o que sea, para mí nada está por encima de ese proyecto, ni siquiera Dayane. Para mi esta sería la primera vez que obedezco a lo que me dicta el corazón, me causaba un sentimiento de inseguridad, y la razón era obvia… todos le temen a las osas nuevas, porque más allá de ser cosas nuevas, son cosas desconocidas así que es como entrar en un cuarto obscuro y que te obliguen a caminar paso a paso, pero tú sabes que en alguna parte de esa habitación hay un agujero hecho a tu medida, porque alguien que estuvo allí te lo dijo antes. Ese era exactamente mi caso, pues aunque yo no sabia como era lo de darle el timón a tu corazón antes que a la razón, en algún momento recuerdo haber tenido una conversación con Lisa en la cual me decía: Recuerda Aron, lo que sientas no es relevante, tus padres preferirían que siempre te dejaras guiar por la razón, y para eso me tienes a mi, yo seré quien te aconseje hasta que reconozcas la voz de la razón gritando en tu cabeza. Dejarte llevar por lo que diga tu corazón, simplemente te traerá desgracia y desdicha. Nunca olvides que por dejarse llevar de la codicia es que existen cosas como la guerra, pues uno de los principales detonantes de un conflicto es la codicia, y ella tiene su raíz en el corazón del hombre. Las peores cosas del ser humano comienzan en el corazón y luego se materializan en este mundo. Tu no seas como ellos, solo confía en mí y yo te enseñare el camino correcto Aron. Te enseñare que en un mundo donde la razón predomina por sobre todas las cosas, las personas pueden alcanzar la tan deseada paz y tranquilidad. Como tus padres,  ellos nunca se dejaron llevar por las emociones, ellos siempre fueron racionales, aun hasta su ultimo aliento fueron personas ejemplares, su pensamiento iba siempre por delante de sus acciones. Cuando eres racional, puedes ver mejor el panorama de como nos vemos y como nos ven lo demás. Siempre recuerda que tus padres no murieron por nada,  ellos sacrificaron por un bien mayor,  y eso lo lograron por ser personas que no se dejaban llevar por las emociones. Ahora es tu turno,  has que tus padres estén orgullosos. Esas fueron las palabras de Lisa marcaron mi vida, al igual que muchas más.  Ella solía hablarme siempre de ese tipo de cosas, al principio no las entendía, pero con el tipo iban cobrando sentido. Era gracias a esa conversación que estaba archivada en mi memoria, que había estado tanto tiempo apartado de Dayane y no solo de ella sino de todos. Era sentido común, m8 vida no pegaba con la de ella ni c9n la de ningún chico de mi edad. Mientras ellos a los 10 años le pedían a papá que les comprara un helado,  yo estaba cumpliendo un mes de estar en una caja cuarto agonizando de hipotermia. Mientras a ellos los arropaban sus madres en la noche a los 12 años,  yo estaba siendo arropado por un cirujano que quería ver si mis extremidades sobrevivan aun al fuego, luego de ser separadas de mi. Claro que no podíamos ser iguales.  Ellos jugaban con el señor osito teddy, yo jugaba siendo ingresado al quirófano 86 para tener mi primer encuentro con el señor sarín. Cosas como esas hacían grandes diferencias entre sus formas de ver la vida y la que tenía yo.  Ellos veían un parque de diversiones,  yo veía un camino lleno de peligros mortales especificados para cada quien. Ellos veían a un pequeño perro en una jaula, yo veía a un ser vivo privado de su naturaleza. Ellos comían lo que querían,  yo solamente lo que debía. Ellos seguían sus estúpidos instintos yo reprimía la agudeza de los míos. Definitivamente no éramos iguales. Cuando entendí todas estas cosas,  escuchaba la voz de Lisa en mi cabeza tal cual como ella dijo que pasaría, prácticamente ella era la voz de mi conciencia, y al llegar a ese punto ya no podía ignorar la razón que tenía esa voz,  la cual me repetía constantemente: Aléjate, no te dejes engañar. Todos son iguales, mienten, roban, dañan y tu, tu estarás mejor quedándote lejos de ellos. De esa forma siempre me pude mantener a salvo del corazón de los humanos normales "por decirles de alguna manera". Allí fue también donde me di cuenta de que por más que yo pudiera querer algo con una persona normal,  no podría, sea lo que sea terminaría mal era casi matemático,  no había duda... El corazón se equivoca y no aprende, tu mente puede errar, pero seguro podrá aprender algo de eso. Así que aceptar a Dayane como mi amiga,  era más que un paso para mi,  era un sueño muy irreal y aterrador, pero aun así estaba dispuesto a correr el riesgo, no creo que vaya a haber algún tipo de problema por parte del laboratorio o mas específicamente por parte de Lisa, después de la confianza que me ha dado y como me ha incentivado a salir y socializar. Y a demás después de todo se trataba de Dayane,  la hermosa he inocente Dayane. No creó que no tenga malicia,  eso la convertiría en otra especie muy diferente a un ser humano. Pero si bien se que tiene que tener malicia, se que no era igual a ninguna otra persona que haya visto,  ella era siempre amable, jamás la vi siendo arrogante aun cuando todos la adulaban. Parecía no desconfiar de nadie,  seguramente se debía a como la criaron, sin dificultades ni amenazas, por que de lo contrario no entiendo como alguien puede estar tan tranquilo en su vida,  es como un animal que no sabe que hay depredadores a su al rededor, y por eso siempre esta tranquilo. Por eso la protegía,  no quería que nada ni nadie se le acercara. Como una persona que ha sido quebrada cientos de veces,  puedo tranquilamente decir que no es bueno romperse,  no se siente bien,  no termina bien, solo hay una razón por la cual yo he escogido el ser partido por piezas, y esa razón es que para eso existo, soy el producto del sueño de dos personas y la solución a muchos problemas de la humanidad. Solo por eso yo he escogido este camino,  porque era la opción más lógica. Pero Dayane, ella no podía pasar nunca por heridas como estas,  si alguien como ella le tocaba pasar por una situación como la mía,  entonces de que servía lo que yo estoy haciendo, se supone que solo yo puedo pasar por dolores de este tipo,  no ella. Al llegar la mañana del día siguiente, llegue a la institución y ella estaba allí afuera. Yo no la veía,  pero la podía oler, su aroma para mi nariz era inconfundible, no era solamente su perfume,  era el olor de su piel, de su cabello inclusive de su sudor. Mire a mi alrededor y no la vi, luego me centre en su olor y pude percibir que estaba detrás de unos arbustos,  lo que me pareció muy extraño, así que me acerqué a ellos lentamente y luego les pase por un lado como si no supiera nada, no quería hacer ningún movimiento alarmante,  pues ya estábamos a punto de entrar a clase y todo estaba hecho un desastre era como quedar atrapado en una autopista concurrida a las doce del mediodía. Di tres pasos más allá del arbusto sentí que era ella saltándome por la espalda. Mi primera opción fue saltar hacia adelante y voltearme con mi pie en dirección hacia la cara de quien llegaba por mi espalda,  pero afortunadamente me di cuenta a tiempo de quien era realmente. Me quede inmóvil y ella me atrapó en sus brazos por la espalda y grito como una desquiciada -BUAAAAAAAAAAAAAA- Grito sin importarle que estuviese allí. De inmediato entendí que lo que quería era asustarme y yo me había quedado totalmente inmóvil porque simplemente ella no me asustaba. Pero recordé que la última vez la hice pasar una vergüenza y ella se molesto,  así que más me valía asustarme.  Mientras pensaba eso, se me fueron 3 o 4 segundos en silencio desde que ella grito,  todos nos veían en silencio y allí, 5 segundos de silencio después,  supe lo que debía hacer para asustarme...  Simplemente brillante...  Puse mi mirada en el cielo infle mi pecho y grite como demente.  Todos me veían raro,  pero ella se reía,  al menos eso era mi objetivo.
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