desde que tengo uso de razón, puedo recordar a Lisa diciéndome:
-Tu naciste en Canadá un 14 de noviembre, no es importante el año. tienes un gran propósito que yo te ayudare a encontrar.
-¿Por que no es importante el año Lisa?-pregunte inocentemente
-Porque no importa cuantos años pasen o dejen de pasar, tu llegaras a ser lo que debas ser, eso es lo que te debe importar.
-Okey Lisaa
Ese es otro de los recuerdos que tengo con Lisa, jamás pensé en que fuese importante mi cumpleaños, después de todo solo era una forma de medir mi edad, sin embargo siempre he tenido un aproximado porque me parece que a las personas les gusta saber tu edad, creo que eso les da confianza.
Siendo tan poco importante e irrelevante mi edad, los cumpleaños tampoco eran importantes, así que no los celebraba, sin embargo siempre me dio curiosidad lo que se sentiría que te celebraran en un día especifico, que te dieran regalos, que todos te sonrieran y felicitaran, era como un sueño inalcanzable, porque en eso se convirtió en poco tiempo... en un sueño.
Pues aunque yo no celebrara mi cumpleaños, varias veces pude ver como a personas en el edificio se lo celebraban, a veces pasaba por algún pasillo y veía como 3 o 5 personas estaban reunidas en alguna oficina, todos hablando y riendo con el cumpleañero, comiendo y bebiendo cosas que tenían un olor muy fuerte. Eso era lo único que no me gustaba.
Siempre me fijaba que aunque tal vez una de esas personas estuviese molesta o seria, el cumpleañero siempre estaba feliz, para mi eso estaba fuera de mi alcance, se veía como algo prácticamente mágico. El hecho de que simplemente con reunirse junto a ti, pudiesen hacer que tu humor cambiara y al menos por ese momento mantenerte sonriente. Para mi lo mas cercano a eso es lo que he vivido estando en la casa que me dio Lisa durante el periodo de estudio. Pero hay una gran diferencia en la felicidad que te causa un cumpleaños y la que me causaba estar en mi casa... La compañía, al parecer eso era muy importante y esta era una de las cosas que me hacia pensar en ello, pues no es lo mismo estar tranquilo en tu soledad que estar feliz en compañía de las personas a las cuales les importas.
La ultima vez que cumplí año, ni siquiera estuve del todo consiente, porque en ese día me tocaban algunos exámenes cerebrales, Lisa me dijo que era necesario que removieran una parte de mi cráneo para ver como funcionaba mi cerebro y como se comportaba mi estructura ósea en ese caso. Dijo que era necesario para el proyecto por que en el caso de que todo saliera bien, harían un gran avance en la medicina.
Así que crearon una sustancia que al beberla, neutralizaba mi cuerpo pero no bloqueaba el dolor, solo estaba inmóvil, pero totalmente consiente. Lisa me dijo antes de entrar al quirófano: Resiste, tu eres fuerte, si lo logras me pondrás muy orgullosa, y seguro que a tus padres también. Esas palabras me infundieron mucho valor, así que estaba decidido a soportar el dolor que tuviese que pasar, aunque tampoco era como si tuviese otra opción, estaba inmóvil, aunque me quisiera resistir, esa no era una opción en mi estado.
Lisa cerro mis ojos con dos adhesivos, pues ni mis parpados podía mover. Sentía como la cierra cortaba la blanda capa de piel que tenia en mi cráneo, hasta ese punto estaba soportando, pero cuando la pequeña cierra rompía mi cráneo, ese si era un dolor verdadero, pero no se comparaba a tener pinzas moviendo tu cerebro, estaba al borde de la locura, me inyectaron diferentes fármacos en el proceso para controlar mis pulsaciones pero no me lograba estabilizar por completo, eso era prácticamente imposible.
si colaban mucho sedante, terminarían durmiéndome por completo y fracasaría el experimento, pues debía estar despierto para que pudiesen observar ciertas respuestas de mi cerebro. Así que en lugar de sedarme por completo, solo lo hacia parcialmente, pero el dolor era tanto que tuve ocho infartos cardiacos y tres paros respiratorios durante la operación, pero en cuestión de segundos mi corazón y todo i sistema respiratorio volvía a latir y se sanaba, era una agonía constante, esto duro mas de quince horas.
Al salir de ese quirófano, aunque mi cerebro estaba físicamente normal, después de tanto dolor termine recluido como un animal durante un mes. No soportaba el roce de mi propia ropa, así que me quitaba todo y me quedaba desnudo en mi habitación, mi cabello creció de una forma anormal, en ese mes pase de tener el cabello hasta la mitad de la frente, a tener el cabello hasta el cuello. Aun no entiendo el por que de ese crecimiento anormal luego de esa operación, pero tampoco me parecía algo relevante, quiero decir, después de que has sentido una cierra en tu cabeza y manos en tu cerebro, ya nada parece tener mucha importancia.
obviamente en esos momentos la única persona calificada y autorizada para estar conmigo, era Madeleine, ella siempre lograba hacer algo para ayudarme en un instante, pero en esta ocasión no podía, así que solo se quedaba observándome todo el día, se sentaba a uno cuatro metros de distancia de mi y tomaba apuntes, no intentaba tocarme, no intentaba hablarme, ni mucho menos obligarme a nada. Ella sabia que en esa condición, todo me aturdía, todo me hacia daño, así que la mejor respuesta era nada... Así fue durante todo ese mes, hasta que un día tenia sed y vi un envase con agua a dos metros del rincón de la habitación donde me encontraba, ese envase lo había puesto ahí Madeleine, ella se arrodillo a otros dos metros de ese envase y solo me señalo que lo tomara y levanto sus manos en señal de que no tenia nada
me acosté en el piso boca abajo y estire mi cuerpo lo mas que pude pero no alcanzaba, así que me arrastre un poco mas por el piso hasta que lo alcance, y tome el envase de agua con mis dos dedos medios y poco a poco lo arrastre hacia mi hasta que estuvo frente a mi rostro, me senté, y tome el pote, lo abrace y luego, presionándolo con la yema de mis dedos, lo lleve a mi boca. Un mes después de eso, ya estaba fuera de mi habitación pero aun no decía ni una palabra.
Al reaccionar de ese letargo, otros dos meses mas tarde, es cuando caí en cuenta que el día de la operación cerebral, ese día había estado cumpliendo años
Así que el hecho de que Dayane me celebrara, para mi era tan extraño pero placentero, sin embargo era una lastima que no pudiese aceptar ese regalo que me hizo, pero ella me dijo que tenia un regalo mas para mi y que solo se trataba de nosotros dos, me intrigaba que regalo seria eso, estaba tan contento que quería reírme a carcajadas y sonreír como tonto para que todos vieran mi sonrisa, era mi cumpleaños y alguien que me importa me esta dando regalos, no necesitaba mas, eso era mucho mas de lo que había tenido antes. Pero ¡a que se refería, cual era ese regalo que tenia que ser tan misterioso, y porque solo nosotros dos?.
Solo con esto sentía que me iba a dar un infarto, pero esta seria la primera vez que eso me pasaba fuera del quirófano. O al menos así se sentía, de eso estoy mas que seguro, ese pequeño detalle de irnos solos para darme un regalo por mi cumpleaños, simplemente eso me cautivo