Hasta ese entonces había pasado mi vida entera dentro del laboratorio, sin mayor conocimiento del mundo exterior. Día tras día fui quemado en diferentes formas y en diversas áreas de mi cuerpo; inyectado con diferentes sustancias toxicas e infectado con diferentes virus que si bien no me mataban, me causaban padecimientos durante días, semanas e incluso meses; llegue a pasar más de un mes en cama luego de ser inyectado con una nueva cepa que había sido desarrollada en el laboratorio, uno de mis más dolorosos momentos en ese frio quirófano, se trataba de un virus come carne. Normalmente no duraría mucho en mi sistema, pero este era diferente, no quiero ni imaginarme lo que le haría a una persona normal.
En mi caso, al cabo de una hora me dificultaba caminar, en un día perdí un poco de sensibilidad en las manos, en una semana no podía ni caminar, en dos semanas rebaje 15 kilos y se comenzaban a romper mis vasos sanguíneos. Mis cachetes estaban unidos como los de una calavera, fácilmente se podía ver a la muerte en mi rostro; en 3 semanas estaba en cama cuadripléjico, con dificultades respiratorias, con una desnutrición extrema y se podían ver como en algunas partes de los músculos de mis piernas estaban como huecos. Todos los días sentía como algo se movía debajo de mi piel por todo mi cuerpo y de pronto cuando en alguna parte cesaba el movimiento, comenzaba a arder con gran intensidad, pues significaba que la bacteria estaba comiéndose mi carne; no podía ni siquiera hablar, imposible para mi emitir algún sonido, solo quería morir y tal vez así tener descanso, pues luego de la 2 semana no volví a dormir.
Al finalizar la cuarta semana deje de sentir la comezón, en 2 días sentía como las hebras de mis muslos comenzaban a crecer y entrelazarse, mis pulmones comenzaron a respirar sin trabajo y aunque no comí nada, mi cuerpo comenzaba a ponerse más robusto. En 5 días ya no me dolía respirar, pero aun no podía caminar bien. Al finalizar de la semana ya podía caminar hablar e incluso saltar y correr, estaba al 100%, pero sin embargo no hice nada de eso.
Cuando ya estaba sano, seguí sin hablar durante un mes más, es como si algo se hubiese roto en mí, no quería hablar, tampoco caminar, ni mucho menos que me tocaran. Sin embargo eso no los detuvo, pues aunque ni hablaba, en ese mismo mes hicieron al menos 3 pruebas más conmigo para intentar separar el compuesto g. Cosa que no lograron
Dicha serie de experimentos casi consecutivos, dejaron mal mi mente, ya no solo era que no quería que nadie me tocara, era que no podía dejar que nadie se me acercara, pues aunque el daño físico no fuese permanente, el daño mental era irreversible. Con tan solo ver que alguien se me acercara me causaba pánico, en algunos casos termine llorando y gritándole a la enfermera que casi siempre me cuidaba cuando terminaba en este estado. Madeleine, quien a diferencia de muchos de los que me realizaban las pruebas, ella siempre era amable conmigo.
Madeleine era una chica de cabello castaño, casi siempre lo llevaba suelto, tenía unos lentes de bordes delgados color n***o. Sus ojos eran color verde y tenía una voz que por lo general lograba calmarme, era una voz grave, pero suave al mismo tiempo, siempre me llamo la atención como hacía que algo que era muy doloroso para mí, terminara haciéndome reír. Tristemente ella solo aparecía cuando me encontraba en esta situación, siempre he pensado que me gustaría saber un poco más de ella, digo, Dayane es hermosa, pero ella tiene ciertas peculiaridades que siempre terminan robándose mi atención
Bueno, en cualquiera de los casos siempre he pensado que las 2 están fuera de mi alcance, no porque tenga baja autoestima, sino porque no podría tener una pareja con la vida que tengo, y además, el proyecto de mis padres esta primero. Pero dejando eso de lado.
Luego de esos experimentos, Lisa se dio cuenta de lo mal que estaba, así que un día entro a mi habitación y me dijo: ¿qué tal ir a la secundaria?
Yo que tenía una pequeña noción de lo que era, me quede pensativo, pues eso significa que ¿saldría de aquí? Por lo que Lisa me conto, eso se trataba de ir a un edificio a aprender diferentes cosas con otras personas
Lo cual era un poco extraño pero no me era del todo desconocido, pues en todos estos años, Lisa me ha enseñado de todo, matemática, física, química, biología, historia e incluso diversas artes marciales.
Tales eran con el objetivo de mostrar un mejor resultado a todos los interesados en el proyecto de la sustancia g. así que me obligue a articular una palabra más -… sssi- dije suavemente mientras miraba al suelo
En ese entonces tenía 16 años, en 5 años me estaría graduando, es decir a los 21. Lisa me dijo que era la edad perfecta. Que sería bueno para mí conocer a personas de mi edad. Pero se equivocó, mientras más conozco a las personas, más lejos quiero estar de ellas. Son arrogantes, mentirosos, conflictivos y lo peor es que teniendo todos esos atributos algunos se creen fuertes o sabios… cuando en realidad la gran mayoría son deprimentes, pues según yo lo veo, son débiles, flojos y cobardes.
Eso lo descubrí en mi primer año cuando iba caminando por uno de los pasillos y un chico me miró fijamente, yo solo sonreí y le dije lo que sabía, le dije – las personas con sobrepeso tienden a morir primero – sonreí .
- ¿Qué dijiste estúpido?
- Que lo más probable es que seas el primero en morir porque estas muy gordo, pero tranquilo sé que muchos comen cuando tienen baja autoestima pero la depresión no es excusa para comer como un pequeño cerdo amigo. Me llamo Aron ¿y tú?-
Okey, lo acepto, me pase, es que no sabía cómo hablar con otras personas a parte de las del laboratorio, las cuales suelen ser poco conversativas a decir verdad, solo dicen cosas como: acuéstate, hoy será un día especial, cállate, sabes que la anestesia no sirve contigo.
La cosa es que esto era nuevo para mí, pero el gordo idiota se tenía que ofender… luego de eso con su cara rosada como cerdo, apretó su puño y lo lanzo directo hacia mi boca, lo vi en cámara lenta, pero decidí dejar que lo asestara, para que así pudiéramos dejar el problema allí, pues Lisa solo me puso una condición, dijo – Aron, no llames la atención, estoy arriesgando mi cuello para que pudieras venir al menos a este instituto como una persona normal, no lo arruines.
Cuando me golpeo de inmediato me tape la boca como si me hubiese dolido mucho, todos se acercaron para ver mi reacción, así que solo me di media vuelta y camine en dirección opuesta a el cerdo. Yo solo quería irme y entrar a mi próxima clase, estaba muy emocionado, y ese era mi plan hasta que el cerdo dijo algo que me sorprendió y me molesto en extremo – Supongo que tus padres también eran obesos y por eso murieron antes que los míos – dijo de forma burlista viendo a los compañeros que se habían puesto a su lado.
De inmediato me voltee camine hacia el mirando hacia el piso con mis manos en la chaqueta y el gorro de la chaqueta puesto. Él se seguía riendo de lo que acababa de decir, y cuando ya estaba a medio metro de su rostro, lo tome por el cuello de la camisa con mi mano izquierda y con la derecha le di 5 golpes directo a la boca, esto le partió al menos 8 dientes, sería difícil comer por un tiempo, debió considerarlo un favor. Nadie tuvo el valor de detenerme, ni siquiera sus amigos que estaban junto a él, todos eran unos cobardes.
Le pregunte a Lisa como demonios ellos sabían esas cosas de mí, y Lisa me conto que cuando me inscribieron, me inscribieron como un huérfano que fue recogido por su tía Lisa y que no sabía que más hacer con él, pues tenía problemas de aprendizaje y tal vez tenia retraso, estaba asistiendo a constantes chequeos para determinar cuál era el problema que no lo dejaba socializar bien… Eso fue lo que dijo lisa para que me aceptaran, eso y una gran suma de dinero.
Allí entendí que debía evitar el contacto y la comunicación con cualquiera de mis compañeros, eso era un poco triste a decir verdad, pero no estaba dispuesto a pasar por una situación como esta de nuevo. De allí en adelante comencé a ser mucho más callado, para mí era más que suficiente estar ahí mientras todos hablaban comían y sonreían, era casi como ser una persona con una vida normal, lo que sea que eso signifique
En ese mismo conocí a Dayane, nunca vi a una mujer tan hermosa, cuando la vi de inmediato sentí el protegerla, era extraño, pero así era, decidí que lo haría y hasta hoy en día lo he hecho, ya han pasado al menos unos 4 años desde ese día y no lo olvido.
Estaba sentado en mi silla, en la cuarta hilera, y de pronto entro ella, pude sentir su olor minutos antes de que entrara, y desde ese momento estuve esperando a que esa persona fuera al mismo salón que yo. Era un aroma dulce que cuando llego a mi nariz me puso eufórico, pero debía mantener la calma, tome mis manos y las puse bajo la mesa y me agarre de las patas de la misma, ambas eran de metal, ambas terminaron dobladas donde las agarre.
Y no solo fue eso, comencé a salivar como si hubiese estado preso durante 30 años y hoy estuviese viendo mi primera comida decente. De inmediato puse mi rostro sobre la mesa y mi suéter sobre mí para que no me viese nadie. Afortunadamente nadie me prestaba atención, así que espere hasta que se fue ella y su dulce aroma. Así que solo por eso, decidí que no podía dejar que otro se le acercara para hacerle daño, y es que su aroma representaba su personalidad, ella era dulce, amable, valiente… todo lo contrario a lo que ya había visto en las personas. Ella era simplemente brillante
Los primeros días Lisa era quien me llevaba, pero al pasar un par de meses me enseño a conducir y comenzó a dejar que me fuera solo, eso significo mucho para mí, ella confiaba en mí, estaba desafiando a todas las autoridades solo por querer hacer algo bueno por mí, para que yo pudiese despejar un poco mi mente de la realidad que vivía en ese laboratorio subterráneo.
Así que me tome la secundaria enserio, después de todo era un hermoso regalo de Lisa. El compromiso es que siempre que saliera de la institución debía ir de inmediato al laboratorio, realizar las pruebas que fuesen necesarias y luego de eso Lisa me dio un regalo más, una casa en la cual puedo hacer como mejor me parezca. Todo esto era nuevo para mí, al parecer todo iba mejorando, es decir, no se para el proyecto, yo iba a la secundaria, podía conducir, vivía solo, me gustaba una chica y al fin veía a Lisa como siempre debí, como a una madre.
A estas alturas yo tenía propósito, tenía un norte, estaba motivado y tenía como alcanzar mi meta. El proyecto avanzaba y las pruebas que me hacían de pronto comenzaron a ser más leves, no podía creerlo.
Cuando llegue a los 19 años, el proyecto cambiario una vez más de nombre, el cual es el nombre actual “New Human”. Hasta ahora todas las pruebas para separar el compuesto G de mi sangre habían sido fallidas, pero era cuestión de tiempo para que lo lograran. Me hicieron un par de pruebas no muy complicadas que consistían en sacar líquido cefalorraquídeo directamente de mi cabeza y un poco de mi sangre. Luego de un mes fue anunciado el cambio de nombre para el proyecto pues ya tenían el compuesto g… Pero a que costo… es decir… de verdad ¿solo necesitaron eso? ¿Que había esta vez de diferente?
Estas preguntas no dejaban de pasar por mi mente pues en pruebas anteriores ya habían tomado muestras de mi cabeza y más sangre de la que puedo recordar… ¿que había de diferente ahora? Y porque Lisa no me dijo nada al respecto cuando ella es la que solía mantenerme informado del avance. Pero en esta ocasión, fui a preguntarle como lo habían logrado y solo dijo – eres de gran utilidad, eres un chico excelente, pero eso ya tú lo sabes – Sonrió de una forma un poco forzada se dio media vuelta y entro a una habitación cerrada, pero lo más curioso es que no era cualquier habitación, era un quirófano.
¿A caso ya habían empezado con la prueba en humanos? O ¿acaso era en animales? …
Pero entonces no tenía sentido, porque ese quirófano era uno de los que hasta ahora solo se había usado conmigo, lo sé porque nunca sentí el olor de otro ser vivo en esa habitación… Así que, ¿Qué cosa era tan importante como para meterla en ese quirófano?...