5. Vamos a Ganar

1062 Words
[CIARA] Al día siguiente: 16 de junio Siento sus besos en el centro de mi espalda y sonrió al sentir la sensación de sus manos rozándome de la manera que lo hacen. Mis hermanos tenían razón, el amor te convierte en otra persona y por más que trato de mostrarme fría, de hacer de cuenta de que no soy una niñita que caerá rendida a sus pies, fallo una y mil veces cuando lo siento ubicarse encima de mi con sus rodillas a cada lado de mi cuerpo desnudo y luego con sus manos me empieza a hacer masajes —Buenos días bella— Me susurra mientras que se inclina hacia mi y besa mis hombros. —Buenos días bello— Respondo con de la misma manera. —¿Has descansado?— Me pregunta pegándose un poco más a mi cuerpo y sentirlo así me hace poner muy nerviosa. Sonrió, muerdo mis labios, y giro mi cabeza un poco para poder mirarlo —¿Quieres que te diga la verdad?— Le respondo cuando él continúa tocándome de esa manera que me mata. —Siempre por favor— —No descanse mucho… es que no dejaba de pensar en todo lo que hicimos anoche, fue tan…— Trato de explicarle, pero solo puedo suspirar. —Perfecto— Termina de decir y muerde mi lóbulo —Fue perfecto. Ciara, te quiero cuidar, quiero que sepas que todo lo que fui va a quedar atrás ¿sí? Desde anoche somos solo tú y yo— Me dice y siento como sus manos recorren el perfil de mi cuerpo. —Ciro— Digo agitada. —¿Qué?— Pregunta y se levanta un poco para darme el espacio suficiente para que me gire y quede boca arriba —Dios que difícil es concentrarse contigo así— Bromea y llevo mi manos a sus ojos para tapárselos. —¡Escúchame! Es importante— Le pido. —Te escucho bella— Murmura. —No me lastimes por favor, sé que no puedo borrar tu pasado, pero quiero poder ser tu presente y tu futuro tal vez… no quiero llorar por ti. Me dijiste que podíamos ganar esto y de verdad quiero que sea así— Explico y destapo sus ojos. —Vamos a ganar, ya lo verás… no te voy a lastimar— —Te quiero— Digo en un susurro y él se acerca a mi boca lentamente. —Yo también te quiero, mucho… y aunque me muero de miedo, quiero saltar contigo siempre— Me dice haciendo que nos volvamos a acomodar en el centro del colchón y sonrió. —Me puedo mal acostumbrar a esto ¿eh? Mira que me ha gustado mucho— Le admito y reímos en medio de besos que van elevando la temperatura. —Me encantaría decirte que te voy a despertar así todos los días, pero mañana temprano tengo que ir a la concentración y por unos días nada de sexo para mi…— Me explica haciendo que ría. —Que carrera tan inoportuna la tuya— Bromeo. —Lo sé, pero bueno, es lo que hay bella…— Me deja saber y poco a poco el placer nos va ganando una vez más. […] Después de nuestro caluroso amanecer lleno de declaraciones acerca de nuestros sentimientos, Ciro hizo que me pusiera “más guapa de lo que soy” según sus propias palabras, para que fuéramos a recorrer las calles de Madrid. Tal y como lo explico más temprano, mañana tiene que entrar a la concentración del equipo para el próximo partido, asique quiso que aprovecháramos el día de hoy para que pudiera conocer un poco. —¿Ciro Michelli?— Escuchamos la voz de una mujer y él disimuladamente suelta mi mano y voltea a verla. —¿Si?— Responde él con una sonrisa. —¿Puedo tomarme una foto contigo?— Le pide la chica y al verla me doy cuenta de que es casi de mi misma edad de cabello castaño y ojos verdes. —Claro— Dice mi novio amablemente y ella me mira. —¿Te molesta si tu novia nos toma la foto?— Cuestiona. —No es mi novia, es una amiga, y si, nos puede tomar la foto— Contesta y de verdad que no me esperaba esta respuesta, mucho menos después de lo que paso y lo que hablamos. —Dame el celular— Le pido a la chica y ella de inmediato me lo entrega y de la misma manera tomo la foto, se lo doy y me doy la media vuelta para irme sin siquiera dirigirle la palabra a él. —¡Ciara, por favor!— Escucho su voz. —¿Qué excusa me inventaras ahora?— Le pregunto molesta. —¿Podemos hablar como dos adultos? Hay cosas que vamos a tener que ponernos de acuerdo porque sino de verdad que esto no va a funcionar, esto no es tan fácil como parece— Me dice cuando estamos en medio de un parque. —¿No? ¿Por qué?— Inquiero molesta. —¿Quieres que te persigan? ¿Qué te tomen fotos para poner tu foto en la portada de una revista todos los días con un titular diferente? ¿Quieres que vayan a Milán y le pregunten a tu familia por nuestra relación y si vamos a casarnos, tener hijos, comprarnos una casa y todo eso?— Me pregunta y lo miro con dudas. —No puede ser para tanto— Comento. Él sin decirme nada, saca su celular y abre el buscador —Mira— Me dice y me muestra el sin fin de portadas donde aparece él en decenas de portadas y situaciones diferentes. —¿Por qué es así?— Averiguo en un susurro. —Porque para el club soy un negocio, el jugador que les da dinero fuera y dentro de la cancha, venden todo lo que soy, y si te soy sincero, eso no era con lo que soñaba cuando imaginaba mi carrera como futbolista— Me confiesa y me doy cuenta de que no todo es tan perfecto para él como yo creía. —No me gusta escucharte así— —No te preocupes, ya tú estas aquí y eso es lo más importante— Murmura y me da una sonrisa que sé le cuesta mucho.
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