Lilly sintió los ojos de un lobo hambriento sobre ella mientras se acercaba casualmente al tocador para tomar sus cosas para la noche. No era un cordero que sería presa de este depredador. Agarró sus cosas y luego entró al baño. Miró la amplia ducha de piedra con múltiples cabezales, luego al lado estaba una gran bañera de piedra escalonada. Se iba a duchar pero le prometió a la bañera en su mente que sería una visitante frecuente. Tanto había sucedido desde que llegó aquí. Había tanto que quería contarle a su padre y hermano, y cosas que quería preguntarles también. Desde el momento en que llegó a la manada Diamante, las cosas no han dejado de desenredarse. Finalmente pudo pasar otra noche real con su pareja, aunque fuera después de otro día lleno de eventos. Lilly dejó su ropa y