Solo le dijo un “Hola” pero la voz de Alaric electrizó su cuerpo. Candy dio dos pasos hacia atrás y su espalda chocó con la pared. El hombre estaba de pie frente a ella, tenía una expresión seria y un verde en esos ojos que parecía tornarse oscuro, los recordaba más claros, pero tal vez sus recuerdos no eran muy correctos de esa noche. Frente a ella estaba el hombre con el que pasó toda una noche, huyendo al día siguiente. Solo pidió su amabilidad y él se la dio, ofreciéndole su compañía en ese bar, pero Candy tomó más que eso. Recordaba muy bien que ella fue la que empezó todo, desde casi forzarlo a quedarse a tomar con ella, hasta subirse sobre él y el resto ya era historia. —Pulsa un botón.—Pidió Candy cuando vio que el ascensor no se movía, pero Alaric tampoco se movía, por lo que