FIRE

CAPÍTULO 7

Mientras caminábamos por el enorme pasillo del lujoso hotel yo me la pase observando los detalles de las paredes y las figuras del techo. Esa era una extraña costumbre que tenía desde que era pequeño.

—Listo— Simón se detuvo y yo me choqué con él por mi distracción.

—¿Qué?— lo mire nervioso.

—Está es nuestra habitación— señaló la puerta y sacó de su bolsillo una llave, después la metió en la cerradura y abrió.

Ambos entramos, primero él y luego yo. Al entrar lo observe cuidadosamente, había dos camas separadas, un buró a cada lado, en la derecha estaba el baño y a la izquierda había una pequeña sala junto al balcón. Al lado de la puerta había un perchero y al lado del baño había un pequeño armario para guardar nuestras cosas.

La mayor parte del suelo estaba tapizada con alfombra en color azul oscuro.

Simón dejó su maleta en la entrada y corrió a aventarse a la cama. Se acomodo y cerró los ojos —Dormiré un poco— susurró entre bostezos.

Yo dejé mi maleta al lado de la cama que ocuparía y fui al balcón a observar. La vista era increíble, no por nada el hotel era reconocido y cinco estrellas.

¿Cómo fue posible que hallan invitado a Simón a un lugar así?

Sé que es famoso y popular, pero... ¡Dios!

En fin, pasada casi media hora regrese y decidí en tomar una ducha así que tome algo de ropa de dentro de la maleta y fui al baño. Cerré la puerta con seguro y luego me dirigí a la regadera y abrí la llave de agua caliente, esperé un poco a que el agua se calentara y cuando estuvo a la temperatura que me gustaba entre y comencé a ducharme.

El baño me relajó un poco, se había llevado la ansiedad que había sentido cuando mi madre me obligó a venir. Ahora estaba aquí y no había vuelta atrás.

Cuando termine de ducharme me apuré a cambiarme y cuando acabe salí y fui a recostarme a la cama, tome mis audífonos, reproduje música y continué leyendo mi libro.

Cuando menos lo esperé ya había oscurecido, mi vista se había cansado un poco, así que dejé el libro a un lado y me acomodé en la cama, me giré en dirección a donde se encontraba la cama de Simón. Él dormía cómodamente y una ligera sonrisa se alcanzaba a ver en sus labios.

Ahora que lo pienso jamás me pregunté el por qué se alejó de mi. Simplemente un día dejo de hablarme aunque la respuesta era clara, él se alejó porque supo que me atraía un chico. Valla que recuerdos aquellos.

FLASHBACK

Aún estábamos en secundaria, mi padre había muerto hacía varios meses, pero la vida no se detenía ahí, teníamos que continuar sin el. Mi madre inició su negocio de la floristería y yo continué mis estudios.

—Hola, Andy— habló Simón cuando se sentó al lado mío.

—Hola— lo mire y sonreí. Al igual que yo sonrió y miró al frente. El profesor ya había llegado.

—Tomen sus respectivos asientos y guarden silencio— ordenó y fue hasta su escritorio a poner su portafolios.

Giré mi vista y comencé a buscar al chico que me gustaba. Él era alto y bien parecido, muchas chicas estaban tras él y yo también, aunque eso no lo sabía nadie aún.

Él no estaba, se había saltado la clase, como siempre lo hacía desde que inició el curso. Cuando las clases terminaron guarde mis cosas y salí junto a Simón.

—Entonces ¿Qué quieres hacer hoy?— preguntó él.

—No lo se, podemos ir a mi casa y hacer la tarea juntos— hable mientras buscaba al chico con la vista —Después jugar videojuegos o ver una película, puedo decirle a mi mamá que prepare palomitas.

—Eso suena increíble, pero no estas prestándome atención— me miró serio. —¿En que tanto piensas?

Lo mire —No es nada, solo buscaba a alguien.

—¿A quién?— preguntó posicionándose frente a mi —¿Es alguna chica del instituto?

No era exactamente una chica, pero si pertenecía al instituto —No exactamente.

—¿Entonces?

—Había un chico que me pareció conocido, es todo— sonreí y lo rodee para continuar caminando —Andando amigo, llevamos prisa— reí y comencé a correr para dejarlo atrás.

—Espera, Andy— corrió detrás de mi.

Continué corriendo y me detuve en el cruce peatonal ya que el semáforo que indicaba el paso estaba en rojo y los autos pasaban uno tras otro. Me agache y comencé a inhalar y exhalar ya que me había cansado.

—Al fin te alcancé— dijo él también respirando a gran velocidad.

—Eres muy lento— reí.

—Vamos a casa— pasó su mano por sobre mi cuello y comenzó a caminar ya que los autos se habían detenido, le seguí el paso y llegamos hasta donde estaban nuestras casas.

—Ya llegue mamá— dije en cuanto entre. Puse mi chaqueta en el perchero y caminé hasta la sala de estar —Traje a Simón conmigo— puse mi mochila en el sofá y camine a la cocina, ahí se encontraba ella siempre.

—Que bueno que llegas— hablo, se dio media vuelta y caminó rápidamente para depositar un cálido abrazo —Prepare tú guiso favorito— sonrió y me dio un beso e no la frente también.

—Buenas tardes, Señora— habló Simón detrás de mi.

—Hola, Simón— mi mamá sonrió alegre.

Esa tarde fue la última que pasamos así de divertido.

Por azares del destino alguien divulgó lo de mi enamoramiento por el chico de la escuela. Recuerdo que ese mismo día recibí una golpiza no de él, sino de sus amigos, que pronto se volvieron los amigos de Simón.

Simón me miró confundido, se dio la vuelta y se fue. No dijo nada, solo se fue y dejó de hablarme. Los próximos días lo busqué y trate de llegar reír una explicación del porque lo hizo, pero él simplemente me evadía y se marchaba.

Fue un ciclo escolar largo, los chicos siempre me buscaban para golpearme e insultarme, mi mamá siempre iba a la escuela para que los profesores hicieran algo, pero no hacían absolutamente nada, solo decían a mi mamá que harían algo, pero esa mentira.

Cuando me gradué de la escuela secundaria y pase a la escuela preparatoria creí que todo terminaría, pero ellos siguieron molestándome hasta el punto de crearme un trauma, que claro, ahora estoy sobrellevando con la terapia psicológica que recibo de una ex compañera de mi mamá.

En fin, pronto dejé de tomar importancia a sus comportamientos para conmigo y cuando se aburrieron dejaron de molestarme.

FIN DEL FLASHBACK