FIRE

CAPÍTULO 4

—¡ANDY!— Simón entró a mi habitación.

—Te dije que no entrarás a mi habitación sin antes tocar la puerta— lo mire molesto. Esta vez había cruzado la línea, me había visto semidesnudo ya que me estaba cambiando de ropa.

—Lo siento— miró en otra dirección en cuanto me vio.

—Sal, rápido— le aventé la playera que tenía en las manos. Él dio media vuelta y salió apuradamente.

Termine de cambiarme, tome mis cosas y salí de mi habitación. Luego me coloqué los audífonos y camine hasta la puerta.

—¿Vas a salir?— preguntó mi mamá.

Me detuve y la mire —Iré a la biblioteca a devolver los libros que pedí prestados. No tardaré— le di una sonrisa.

—Hay mi pequeño— dejó de mirar su celular y se puso de pie, caminó hasta mi y me dio un beso en la frente —Ve con cuidado— sonrió.

—¿Puedo acompañarte?— preguntó Simón.

Lo mire molesto y negué con la cabeza —No voy a tardar así que esta bien— subí el volumen a la música y salí del apartamento.

Uno de mis audífonos fue removido de su lugar, me detuve y mire a la persona responsable. Cuando vi a Simon mi pequeña felicidad desapareció —En serio te quedarás sordo alguno de estos días por escuchar música a este volumen— se colocó el audífono en su oído.

—¿Que haces aquí?— le di una mirada molesta —Dije que estaba bien— seguí caminado y lo ignore.

—Solo íbamos en la misma dirección.

Al llegar a la biblioteca le arrebate el audífono y entre. Me acerqué al escritorio de Raquel, la bibliotecaria y puse los libros sobre el mismo —Devolveré estos— dije y ella dejó de leer el libro que tenía en las manos para poder mirarme.

—Oh, Andy— se alegró —Que bueno que vienes— se puso de pie y tomó los libros, luego los puso en el carrito y comenzó a caminar —Había pasado un tiempo que no te veíamos por aquí.

Yo camine detrás de ella —Estuve algo ocupado con las tareas y exámenes de la escuela— hablé a lo bajo para no molestar a las personas que ahí se encontraban.

—¿Qué libros llevarás esta vez?

—Recomiéndame algo. La verdad no sé qué leer ahora— la mire y sonreí.

—Tengo unos libros que acaban de llegar hace poco. Son de ya sabes— me miró con esa cara pícara —Erotismo.

—Huy— puse la misma cara que ella —No puedo esperar para leerlos.

Amaba leer ese tipo de libros. Mi pasión por la lectura surgió gracias a ese libro que leí aquí mismo. Aún recuerdo cuando Raquel me descubrió leyéndolos, aún tenía dieciséis y no era correcto que yo los leyera, no eran aptos para mi, yo lo sé. Pero Raquel y yo compartimos un gusto en común así que me permitió leerlos, no antes que ella, claro.

—Te juró, los vas a amar— sonrió feliz. Hablar sobre este tipo de cosas era su pasión, podría llevarse toda la tarde y jamás terminaría de explicar el por qué ama leer. Ella era mayor que yo por tres años, pero era una buena amiga.

Acomodo los libros en su sección y volvimos al escritorio, ahí tenía apilados los libros que me daría. Se sentó y se inclinó para tomarlos, me los estiró y yo los tome.

—Gracias— puse los libros dentro de mi mochila —Los traeré en cuanto los termine de leer— sonreí y me di la vuelta.

Cuando salí de la biblioteca volví a ponerme los audífonos y regrese a casa. Una vez estando ahí comencé a asear la casa ya que era mi deber hacerlo.

En cuanto termine fui a mi habitación y comencé a leer el primero de los dos libros que Raquel me había dado.

Estaba concentrado en mi lectura, nunca había leído algo parecido ¿Cómo podían tener sexo de esa manera? El pasivo cumplía con su rol, mientras que el activo parecía que mataría al pasivo de placer.

Mi lectura fue interrumpida gracias a que Simon tocó la puerta —Andy ¿Puedo entrar?— dijo y espero a que yo respondiera.

Deje mi libro a un lado y me puse de pie. Camine hacia la puerta y la abrí —¿Qué sucede?— su cara irradiaba felicidad.

—Me invitaron a las instalaciones de Fire— entró sin que yo se lo permitiera y fue a sentarse a mi cama.

—Y ¿Fire es?— lo mire confundido mientras que me senté en mi silla.

—Un juego Online. Todos los fines de semana hago Streams en NewLine y tengo miles de seguidores. Esta mañana me llegó una invitación a mi correo personal diciendo que estaba invitado al evento que se celebrará ahí.

—Ya veo. Pues que bien por ti— me estire y me puse de pie —Si es todo iré a preparar algo para comer— camine hacia la puerta y salí de la habitación, luego me dirigí a la cocina y comencé a preparar la comida, mamá estaba a punto de llegar así que tenía que estar lista antes de que ella llegara.

—Andy— Simón me llamó un rato después.

—¿Que sucede?— pregunté sin dejar de hacer lo que hacía.

—¿Te gusta leer este tipo de cosas?— preguntó caminando hacia donde estaba.

Me giré rápidamente y mire el libro en su mano. Rápidamente se lo arrebate de las manos —Te atreviste a husmear en mi habitación— lo mire furioso.

—Solo tenía curiosidad por saber qué te gustaba leer.

—Me hubieras preguntado directamente— fui rápidamente a mi habitación y dejé el libro dentro de mi mochila. Cerré mi habitación y regrese a la cocina. —Jamás vuelvas a entrar a mi habitación— dije molesto.

—Perdón, no fue mi intención.

—No importa— lo mire —Solo no le digas a nadie— apague a la comida y camine de regreso a mi habitación.

—Espera— caminó detrás de mi —Hablemos.

—Tengo que hacer tarea— mentí, ya que las había hecho el día anterior.

—Hablemos sobre tus fetiches.

Me detuve y me giré —No son fetiches ¿Okay?

—Bueno. No lo son, pero lleguemos a un acuerdo.

—Es que no hay nada que acordar. Tú no dirás nada y yo no te golpearé.

—Solo escucha. No le dire nada a tu madre y a nadie sobre tus fetiches si tú vas conmigo a Fire.

—¿Estás demente? ¿Si sabes que yo no iría contigo a ninguna parte?

—Piénsalo. Te daré todo el fin de semana para que lo hagas.

—No creo aceptar así que deja de contar conmigo para ir a ese absurdo lugar.

Sonrió, casi seguro de que iría, se dio media vuelta y caminó hasta el sofá. Yo por mi parte solo entre a mi habitación y ahí permanecí hasta que mi mamá llegó.