Francesca Cuando me desperté, Marko no estaba en la habitación, me giré y me desperecé, a pesar del peso de su cuerpo y su calor, había dormido mejor que nunca y eso me asustaba, porque por experiencia cada vez que algo era demasiado bueno solo era cuestión de tiempo para que se estropeara. Después de un rato de dar vueltas por mi cabeza, me levante directo al baño, cuando termine de lavarme la cara y los dientes, me cambie con la ropa que había para mí y me ate el pelo. La herida no me dolía, pero si me molestaba un poco, me lave y desinfecte poniendo una venda nueva. Cuando salí de la habitación me encontré con mi esposo en la sala, junto con Dominik y Boris. —Buenos días— los tres se giraron para mirarme, Boris asintió a algo que Marko le había dicho, inclino la cabeza a modo de sal