Marko Entro a la cocina buscando un poco de agua y me detengo en seco, Francesca levanta la mirada y mentiría si no dijera que se ve adorable, tiene puesto un delantal de corazones, y está preparando algo que no tengo idea que es. Tiene el cabello atado pero algunos mechones se han salido de lugar y caen en ondas sobre su rostro, tiene la cara con harina y se ve jodidamente adorable. Tan hermosa. No me habla cuando entro, de hecho, no lo hace desde hace días, miro la hora y espero que la sorpresa que le he preparado como forma de disculpa funcione, me acerco hasta ella y el aroma dulce de lo que está cocinando mezclado con su perfume me aturden, me mira de soslayo observándome. —¿Qué estás haciendo? —Galletas con chispas de chocolate— dice mientras saca una bandeja del horno. —Podrí