5. Por Mi Hijo

1075 Words
[JIMENA] Al día siguiente: 4 de diciembre Llevo más de 18 horas pensando si el haberle dicho a Michael que Bruno era su hijo ha sido una buena idea o no. En realidad, ni siquiera sé porque me preocupo tanto, ha salido huyendo como tan bien sabe hacerlo siempre. Me ha dejado claro con su actitud que no le interesa, y honestamente creo que es lo mejor hombres como él no valen la pena, nunca van a cambiar. Tomo un sorbo de café de mi taza favorita, y leo una vez más el correo electrónico donde me dan todas las pautas de la campaña publicitaria, el problema es que el político en cuestión, no creo que quiera trabajar conmigo, y obviamente yo con él tampoco. Quizás deba desistir de este contrato y permitir que otra persona de Concepts se haga cargo. Todos mis pensamientos se ven interrumpidos con el sonido del timbre y me debo levantar del sofá. Quito mis gafas, las dejo al lado de mi portátil, y voy hacia la puerta.  Al abrir, lo veo parado allí con sus ojos completamente enrojecidos, y yo me quedo inmóvil. —¿Qué haces aquí?— Pregunto con coraje. —¿Podemos hablar un momento por favor?— Me pide con un hilo de voz y tan solo puedo preguntarme donde ha quedado aquel Michael arrogante que estuvo ayer aquí. Abro la puerta un poco más y le dejo entrar. No soy capaz de decirle nada porque no sé qué decirle exactamente. Solo se me ocurre insultarlo, pero no veo que sea lo más conveniente en estos momentos. —Pues, tu dirás.— Hablo finalmente cuando lo veo tan ido. Él apenas puede mirarme a los ojos, Mira al suelo, vuelve a mis ojos, y noto como sus labios tiemblan —Quiero conocer y hacerme cargo de mi hijo.— Dice finalmente y sus palabras son casi un susurro. —Yo no te estoy pidiendo que lo hagas, no me interesa. — Respondo firme. 《Él no ha tenido piedad conmigo, ¿Por qué yo debería tenerla?》Pienso. —Me lo has dejado saber ayer, pero necesito conocerlo, necesito ser su padre. — Explica firme está vez. Camino hacia el refrigerador ignorando su presencia, busco una botella de agua, la abro y me quedo parada del otro lado de la encimera que divide el salón de la cocina —Creo que lo primero que me pedirás es una prueba de ADN, y honestamente no tengo ganas de que mi hijo sea un asunto de la prensa local ni de tu campaña política, por ese motivo principalmente no quiero que te hagas cargo. Además, no quiero que mi hijo este cerca de alguien como tú. — Explico sin rodeos y bebo un sorbo de agua. —No necesito una estúpida prueba de ADN para saber que ese niño es mío. Es prácticamente un clon mío. — Me refuta con seguridad. —¿Para qué quieres hacerte cargo de él? A mí no me interesa que lo hagas. No quiero tu dinero, no te quiero cerca suyo... no quiero que le ensucies con toda tu mierda. No quiero que este cerca de todas las mujeres con las que te revuelcas cada noche, tampoco quiero que sea como tú, ¿lo has entendido?— Le digo con muchísima rabia. Voy hacia la puerta de la habitación de Bruno y la cierro porque no quiero que se despierte. Él me sigue y cuando regreso al salón se queda parado frente a mi. —Jimena...— Me dice en un susurro y solo puedo quedarme mirándolo hasta que mis ojos no dan crédito a lo que hace.  Él se deja caer de rodillas al suelo y yo solo puedo mirarlo con dudas —Michael, levántate de allí.— Le digo indignada 《No entiendo porque se hace la victima cuando no lo es.》 Él no me hace caso, solo me toma de las manos y no me mira —Necesito que me dejes estar cerca de él.— Me dice finalmente y levanta su mirada. —He tocado fondo Jimena. He llegado a lo más bajo que un hombre pueda llegar y siento que la única manera en que puedo salir de aquí es aferrándome a lo único bueno que creo que hay en mi vida, y es mi hijo. Sé que me odias, que no hay excusas para toda la mierda que te he hecho. Yo no te estoy pidiendo que tú y yo intentemos nada, solo te estoy pidiendo que me dejes estar cerca de mi hijo.— Habla y me da muchísima rabia que sus ojos estén llenos de lágrimas en estos momentos. Me da mucho más coraje darme cuenta de que en sus palabras hay mucha verdad, no quería que él se acercara a mi hijo, pero 《¿Quién soy yo para negarle a mi hijo la posibilidad de estar cerca de su padre?》 —Escúchame bien Michael. — Digo firme y él me mira expectante. —Dime. — Murmura. —Nadie, ni siquiera mi familia sabe quién es el padre de mi hijo. No quiero que nadie lo sepa, ni tu familia, ni la mía, ni equipo, ni siquiera tus confidentes, amantes, ni nada de todo ese mundo en el que estas metido. Tienes prohibido salir solo con mi hijo. Todo lo que quieras hacer con él tendrá que ser bajo mi supervisión. Mucho menos tienes permitido llevarlo a tu casa donde te revuelcas con todas las mujeres. Esas son mis reglas, las tomas o las dejas. — Le advierto sin rodeos. Él asiente y se pone de pie. —Acepto tus condiciones, todas ellas.— Me dice y me abraza con fuerza, pero yo de inmediato lo empujo para que se aleje de mi. —Ni siquiera se te ocurra tocarme una vez más.— Lo amenazo con rabia y él levanta sus manos. —Lo siento.— Me dice bajito. —¿Puedo verlo?— Cuestiona. Regreso a la puerta de la habitación de Bruno y la abro dándole a entender que puede entrar. No sé si lo que hago este bien o no, solo sé que esta oportunidad no se la estoy dando a Michael, se la estoy dando a mi hijo. Le estoy dando la posibilidad de conocer a su padre y que el día de mañana yo pueda mirarlo a los ojos y decirle "yo lo intente."
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD