¿La luz de mí corazón?

Capítulo 5: ~La prueba mixta: Tierra y Aire (segunda parte)~

Amanda comenzó a jugar con sus dedos a causa de los nervios de lo que quería decir pero al ver detrás del chico, su rostro se llenó de horror.

— ¡¡ETHAN!!.— dijo apuntando detrás de él.— ¡¡¡TEN CUIDADO!!!.....

El mencionado solo se dio la vuelta para ver lo que a su compañera le preocupaba, dejándolo boquiabierto de lo que se encontraba frente a el.

— Amy.....— habló un poco preocupado.

— Ethan.... debemos.....

La chica no pudo terminar de hablar ya que el joven la había tomado de la mano para correr lejos de ahí.

— Ethan, debemos llegar a la meta...— dijo Amy mirando hacia atrás.

— Amy, no quiero que resultes lastimada por una simple ambición.— respondió sonriente.— te prometí que te protegería ante cualquier peligro, incluso se tratase de cualquier tonto que te trate de lastimar...

Un remordimiento se hizo presente en el interior de la joven, provocando que se soltara del agarre del de cabellos dorados.

Ethan se encontraba confundido ante la reacción repentina de su amiga, pero al ver que ella se dio la vuelta para correr hacia donde se encontraba el peligro, el la siguió para evitar que cometiera un acto s*****a.

— ¡¡¡Amyyyy!!!, ¡¡¡Nooooo!!!.— gritó desesperado al ver lo que estaba por hacer su compañera.

La joven al escuchar aquel grito, se detuvo y dirigió su mirada hacia él, pero solo para dedicarle unas palabras para que entendiera la situación y sus pensamientos.

— ¡Soy un estorbo para ti!... ¡no valgo la pena!.— dijo con lágrimas en los ojos.— ¡no merezco que alguien como tú esté junto a mi!..... por que eres muy lindo y caballeroso....— le dedicó una sonrisa llena de nostalgia.

Lo último lo dijo en un susurro inaudible, que el joven no pudo escuchar, pero sin importar que, siguió corriendo hacia ella para alejarla de aquel peligro que poco a poco se acercaba.

— ¡¿Estás loca?!..... ufff...— gritó un poco agitado.— me falta.... ufff... el aire...

Amanda solo observaba a Ethan quien se encontraba más cerca de ella, pero al sentir más fuerte la corriente de aire, solo le sonrió por última vez al joven.

— Ethan..... fue un placer conocerte ....—dijo limpiándose las lágrimas.

El viento ahogaba sus palabras, anunciando que el tornado estaba a punto de devorarla, sin más que decirle se dio la vuelta hacia aquel torbellino y se dejó llevar por su fuerza, mientras que Ethan seguía corriendo para poder llegar lo más rápido posible pero la arena se lo impedía.

— Amy....— dijo un poco preocupado.— te salv....—,sus palabras fueron interrumpidas por la arena que entró a su boca.— puaj, bua, mejor dejo de hablar.— dijo escupiendo un poco de arena.

No tuvo que esperar mucho para llegar al tornado que rápidamente lo devoró, haciendo que el girara dentro de este.

La fuerza era demasiada, provocando que cada giro le diera náuseas, pero el sentimiento de desesperación por encontrar a su amiga era más grande así que decidió ignorar aquellas ganas de vomitar para comenzar a buscarla.

— ¡¡¡¡Amyyyyyyyyyyyy!!!!.— gritó.— Ugg, dios, por favor ya para esta tortura.— pensó.

De pronto pudo ver un cuerpo que no pudo identificar pero se encontraba inconsciente, que se hallaba en la misma situacion que el, así que decidió buscar algo en la mochila que le habían dado para acercarse a él.

Removiendo dentro de aquella mochila se encontró con diversas cosas que salieron volando, se había dado por vencido pero al ver que se había atorado algo en el interior de aquella decidió sacarlo sin importarle lo que fuese con tal de que le sirviera para ayudarlo de salir de esa situación junto a su amiga.

— Ugg, que pesado es ese hombre, regalando cosas inservibles igual que sus palabras y sonrisas baratas.— pensó al tratar de sacar aquel objeto.

De un fuerte estirón aquel objeto salió, pero como era el último que se encontraba en la mochila lo tomó con fuerza, pero accidentalmente apretó un botón que se encontraba en aquel, provocando que se abriera. Sin dudarlo se aferró a lo que parecía una sombrilla, que lo impulsó fuera del tornado, pero al recordar aquel cuerpo se comenzó a frustrar.

Queria volver a entrar así que debía buscar otra manera para hacerlo pero al ver a su alrededor notó que en la arena se encontraba su querida amiga desmayada, trató de buscar la forma de bajar lo más rápido posible para ayudarla aún que se encontrara a varios metros del suelo.

— Mi*rda, ¿no puedes ir más rápido?.— le habló a la sombrilla mientras seguía cayendo como si fuese una pluma.

El de cabellos dorados solo buscaba con la mirada la manera más rápida de bajar, mirando hacia todas las direcciones, no encontró nada, pero al elevar su vista al la sombrilla y luego mirar al botón que se encontraba en el bastón, una gran idea se cruzó por su mente.

— La voy a cerrar.— mencionó con una gran sonrisa.— ¿qué es lo peor que podría pasar?

Pobre Ethan hizo lo que más le parecía conveniente y prudente, pero al sentir que caía muy rápido se comenzó a alarmar a causa de su mala decisión.

— ¡¡¡Ahhhhh!!!, ¡eso me pasa por no prestar atención!.— comenzó a gritar.— ¡por favor, dios, prometo que seré más atento y que analizaré mejor las cosas, pero por favor.... salvame...!

Su desesperación aumentó al ver que estaba a unos cuantos metros de tocar el suelo asi que comenzó a patalear, pero al recordar que llevaba en sus manos la sombrilla comenzó a reír a causa de los nervios.

— Que imbecil soy...— dijo eso para tratar de abrir la sombrilla.— aún tengo la oportunidad de salvarme a mi y a Amy.

Al presionar el botón que tenía la sombrilla, esta se abrió, pero la fuerza era demasiada que no pudo sostenerla y se resbaló de su agarre, provocando que el objeto volara por los aires.

— ¡¡¡Mi*rda!!!.— comenzó a sudar frío ante aquella situación.— dios te prometo que haré lo que sea, pero por favor ayúdame para salvar a esa pobre joven indefensa.— dijo para apuntar a Amanda.

Al ver que estaba a punto de llegar al suelo solo cerró los ojos para esperar el golpe que lo haría perder aquella competencia, que tonto se sentía en esos momentos por ser tan impulsivo.

.....

...

....

.....

Al no sentir aquel golpe que por el cual ya estaba preparado psicológicamente para recibirlo, decidió abrir los ojos, encontrándose con la persona que menos esperaba que los ayudara en esos momentos.

— ¡¿TÚ?!.- Interrogó Ethan.

— Calmado niñato, ¿no ves que estabas a punto de partirte la cabeza?.— dijo sonriente.— son unos tontos, al quererse hacer los héroes...

El de cabellos dorados no creerlo, que aquel hombre lo atrapará para no dejarlo morir en el intento de salvar a Amanda, bueno, que podía esperar de alguien que se reía de los participantes al verlos fallar en las pruebas.

— Bueno, ya es hora de que toques tierra y que vayas a asegurarte que ella se encuentre bien.

—Hey, ammm.— llamó la atención del mayor.— gracias señor, si no fuese por usted, quien sabe donde estaría ahora.

— Tranquilo niño, es mi deber cuidar de ustedes, incluso si son unos tontitos.— dijo riéndose.— pero ya deja esta charla para después, es mejor que te asegures que ella se encuentre bien.

Ethan no dudo en obedecer al mayor y se dio la vuelta para comenzar a correr hacia donde se encontraba la chica inconsciente para después comenzar a moverla con delicadeza.

— Amy, despierta....

....

— Amy, tenemos que llegar juntos.....

Al ver que esta no reaccionaba decidió hacer lo que le parecía más conveniente, bueno lo que le pareció la mejor manera de despertar a alguien inconsciente, no era médico pero no tenía dudas, así que... ¿que perdía con intentarlo?, era su último recurso imposible que fallara.

— ¡¡¡¡¡AMYYYY!!!!!....

Le gritó en el oído lo más fuerte que pudo, provocando que la mencionada se levantara del susto pero al tener a Ethan en frente de su visión, solo lo empujó.

— ¡Eres un idiota!, por poco me dejas sorda.— dijo para después soltarle un golpe en el brazo izquierdo.

— Auch, de nada, no me tienes que agradecer.— dijo sobandose el brazo mientras trataba de sonreír.

Amanda se levantó de la arena y ayudó a su amigo a levantarse, aquella escena le pareció muy divertida a el hombre de traje, tanto que comenzó a reír.

— ¿De qué se ríe?.— le interrogó algo molesta.— ¿le parece gracioso ver a dos jóvenes a punto de morir a causa de un tornado creado en medio del desierto?.

— Jaja, no es mi culpa que ustedes tengan una vida que no les pertenece pero deben soportar ya que su pecado con el que nacieron lo trajo hasta aquí.

Esas palabras tuvieron un gran impacto dentro de los dos jóvenes, provocando que la sonrisa que caracterizaba a Ethan se borrara por completo cambiándola por lágrimas.

"¿Por qué me duele?"

.....

"¿Acaso es cierto?"

....

"¿Por que mi sonrisa fue cambiada por

lágrimas?"

.....

Pensó Ethan.

Amanda trataba de borrar todo rastro de lágrimas que se desbordaban por las mejillas del joven rubio, pero era imposible ya que sus esmeraldas derramaba más cada vez que las limpiaba.

"No llores, me duele verte asi"

...

"Me duele ver a un chico como tú ,llorar

dejar ver aquel lado quebrantado....."

.....

"MUESTRAME ESA SONRISA TAN

GENTIL QUE ME AYUDA A

AFRONTAR MIS TEMORES"

....

Pensó Amanda

Una expresión de molestia se hizo presente por parte de Amanda quien solo se limitó a a abrazar a Ethan y llevárselo hacia la meta, para poder hablar mejor con el.

— Ese hombre... ¿qué se piensa?.— dijo Amanda haciendo una expresión de disgusto.— tu eres maravilloso, con defectos o sin ellos.... si pecaste no importa todos cometemos errores.

— Snif, Amy, déjalo así.— dijo tratando de controlar el llanto.

— Ethan, no puedo dejar que el borre esa dulce sonrisa.— lo abrazó de nuevo.— no puedo seguir esta prueba si tu te encuentras destrozado, tu eres la luz que me guía e ilumina mi corazón, eres el complemento de mi vida.

— Snif, ya, deja de decir eso por que me sonrojas.— dijo tratando de sonreir.

— vamos Ethy, a superar la última etapa.— habló para después tomar su mano.— recuerda que los sueños no se cumplen solos.

— Estás loca mujer, jaja.— sonrío.—pero bueno, ¿que se te hace?

— Siiii, vamos a demostrarle a ese anciano de que somos capaces.— dijo para comenzar a saltar.— que seamos solo unos jovenes inexpertos, no significa que no podamos con las dificultades de la vida.

— Veo que ya estás entendiendo mi punto de vista.— mencionó para comenzar a reírse.— ¡a darle duro a la prueba de fuego!

Con una gran sonrisa se levantaron de sus lugares para comenzar a caminar, pero algo los hizo retroceder, más bien la presencia de aquella mujer que emitía un aura llena de misterio.

— Vaya, vaya, veo que solo quedaron 6 de la penúltima prueba.— dijo con una sonrisa socarrona.— jaja....