Aquella molesta alarma anunció un nuevo día, con pereza se levantó de su cama para comenzar con su rutina diaria matutina.
Al terminar de alistarse, sin nada que decir a su madre tomó su mochila y salió de su hogar y negarse a desayunar algo por que a causa de sus problemas el apetito aveces desaparecía tanto que podía llegar al punto de solo beber agua en todo un día.
Al cerrar la puerta de su hogar, soltó un largo suspiro y comenzó a caminar hacia la parada del autobús, pero al sentir una brisa helada, miró al cielo para volver a suspirar ante aquella situación que estaba ocurriendo últimamente en su monótona vida.
— Primero Alex aparece en mis sueños y luego esto....— suspiró mientras demostraba una expresión neutra en su rostro.— que pesado....— dijo para si misma ya que las calles a esas horas se encontraban vacías.— pero lo bueno es que aquel chico no me dejó sola.....
Siguió caminando por aquellas calles desoladas, ya que eran apenas las 5:40 de la mañana, y sin pensar volvió su mirada hacia el cielo para contemplar aquel tono rojizo que anunciaba la llegada de una fuerte lluvia, que para su buena suerte, se desató al momento que ella abordó el autobús.
El día fue demasiado aburrido para su punto de vista, pero eso no le fue impedimento para que ella volviera a recordar las palabras dichas por aquel joven que participaba en cada uno de sus sueños.
El tiempo transcurrió rapidamente y en un abrir y cerrar de ojos, ya era hora de volver a casa, cosa que a Amanda no le agradaba en absoluto, pero debía regresar.
Al llegar a su hogar notó que su madre estaba ausente pero en la mesa del comedor había una simple nota que tenía escrito lo siguiente:
"Tuve que salir, no me esperes por que llegaré
tarde. Así que prepárate algo de comer.
Pd: si llega tu padre me avisas."
Quería mantenerse firme ante la situación pero no podía hacerlo, las discusiones entre sus padres la estaban volviendo loca y de eso era evidente ya que sus ojeras y su forma de actuar era la de una carcasa vacía, pero solo frente a sus amigas debía fingir una gran sonrisa, pero al estar en soledad sus sentimientos explotaban como una gran marea que la ahogaba.
Sin pensarlo, solo tomó la nota, la hizo bolita y la botó en el bote de basura para ponerse a manos a la obra con su comida.
— Hmm, ¿cuándo volveré a ver la luz?.— dijo aún sosteniendo la sartén.— ¿acaso ellos no se dan cuenta que me lastiman?.
No le quedaba más que soportar aquella situación, la de sufrir a causa de las constantes peleas entre sus padres, que al final de cuenta al salir de su casa debían fingir ser la familia feliz aquella que no tenía ningún problema, un juego que se les daba bien.
Al terminar de comer solo tomó su plato y lo lavó para después secarlo y colocarlo en la repisa, en medio de la cocina solo observó por la ventana que daba hacia la calle para comenzar a pensar donde podría haberse metido su madre.
Sus pensamientos la traicionaron, y lágrimas comenzaron a recorrer sus mejillas. De tan solo pensar en sus tareas, en donde podría estar su madre o si podía estar en peligro, y su trabajo la dejaban agotada, tanto que solo quería buscar una salida rápida a todo su dolor.
— ¿Por qué no puedo dormir para siempre?.— dijo tratando de limpiar todo rastro de las lágrimas.— quiero olvidarme se esto y ser feliz en aquel mundo con él....
Con intensión de hacer sus deberes de la escuela subió al segundo piso se su hogar y caminó directo a su habitación para después encerrarse en ella para ahogarse en su dolor.
— ¿Siempre estaré sola?.—caminó hacia su mochila y la abrió para sacar un cuaderno y su bolsa de bolígrafos y lápices.— incluso si mis amigos están junto a mi.— se sentó en su escritorio y abrió su cuaderno para comenzar a escribir en una hija en blanco.— siento...- dejó el bolígrafo a un lado y juntó sus dos manos y las llevó directo a su pecho.— que no soy digna de tener su amistad.
Su pecho comenzó a doler de nuevo, provocando que más lágrimas salieran a causa del dolor.
— ¡¡Ya termina con esto!!..— se levantó de su asiento, pero a causa de su debilidad cayó al suelo de rodillas.— que estoy sufriendo demasiado... este corazón ya no soportaría un golpe más....
Las frías lágrimas llenas de dolor y amargura no dejaban de correr por sus mejillas, y aquel suelo helado le hizo sentirse sola y vulnerable ante el mundo que la rodeaba. Odiaba sentirse así, se daba vergüenza, tanta que ni podía verse en un espejo por temor encontrarse su rostro masacrado por el cansancio de su rutina.
— Un abrazo es lo único que necesito ahora mismo...
Su pecho comenzó a doler más, así que dejó de lado sus tareas y se fue a su cama en la que se dejó caer. Llorando desconsoladamente sin tener a alguien a su lado para limpiar sus lágrimas y brindarle un abrazo, tomó su peluche de felpa y lo abrazó sin esperar que gracias al cansancio cayera rendida ante los brazos de morfeo.
○●En el sueño●○
Su mirada se perdió ante aquel raro paisaje, era un bioma desértico pero tenía cierto encanto.
Sin esperar algo comenzó a caminar por esos lugares para que después de una distancia considerable encontrarse con los 20 jóvenes que habían pasado la prueba mortal de agua.
Al estar con los demás participantes el mismo hombre que les había dado la bienvenida en la prueba pasada volvió a aparecer, pero ahora llevaba puesto un esmoquin n***o junto a un sombrero de copa que le daba cierto aspecto elegante. Amanda trató de evadir a toda costa a el sujeto, pero aquel fue más rápido y la tomó del brazo para detener su andar.
— Recuerda que aquel joven que tanto amas.—. le hizo una seña para que se acercara más y susurrarle al oido.— puede morir o también su familia si sigues teniendo los mismos sentimientos e intenciones.
— ¿Pero de que habla señor?.— contestó Amy un poco preocupada.
— De que si tu llegaras a ganar, él no puede ser parte de tu vida a menos que sea uno de los cuatro ganadores.— respondió sonriente.— aún que por la más mínima que tengan un cruze de palabras... él o tu sufrirán...
— No le creo.— dijo Amanda un poco molesta.— eso es mentira.
— Si fuera mentira, ¿por qué crees que tú estas teniendo esos problemas en tu hogar?.—le preguntó aún manteniendo aquella sonrisa burlona.— hasta que esta competencia se termine, tu no podrás hablar con el.... creo que se llamaba... Alex... ¿no es así?
Dijo para después retirarse y hablar con los demás jóvenes, mientras que Amanda solo observaba a aquel hombre que parecia disfrutar de la desgracia de ellos.
Se encontraba sumida en sus pensamientos, que no se percató de que Ethan se encontraba a su lado, hasta que él tocó su hombro para que saliera del trance.
— No dejes que ese imbecil te asuste.— dijo sonriendo.
— Ethan, ¿por qué nos tienen aquí?.— le preguntó Amanda con los ojos cristalizados.— solo estamos para divertir a ese hombre que se alimenta de nuestra infelicidad y desgracias.
— Emm, es que....
Aquel joven no pudo terminar la oración a causa del hombre de esmoquin que los estaba llamando para darles la información sobre la siguiente prueba, no sin antes darles unas mochilas con algo de equipamiento que les sería de ayuda en la prueba.
— ¡¡Hola chicos!!, espero que estén listos para comenzar la prueba de tierra y aire, pero para superarla deberán llegar hasta el final del desierto ... así que.— tomó una bocanada de aire para poder gritar lo suficientemente fuerte para los participanteslo escucharan fuerte y claro.— ¡¡¡Que comience la prueba mixta!!!
Los jóvenes comenzaron a adentrarse a aquel desierto, que parecía inofensivo a simple vista, pero poco a poco dejó ver sus trampas mortales.
— Amy, ten cuidado por donde pisas.— advirtió el rubio lleno de preocupación.
— ¡¡Ethan, mira!!.— habló Amanda un poco asustada mientras apuntaba hacia un lugar en específico.
El joven de cabellos dorados solo dirigió su mirada hacia donde la castaña le había indicado, logrando ver la lo lejos un gran tornado que se encontraba cerca de la meta.
— Amy, recuerda que tenemos la mochila llena de valijas y tal vez chuches que nos pueden ayudar.— habló con una gran sonrisa para poder tranquilizar a su compañera, cosa que funcionó ya que ella solo le devolvió el gesto.— recuerda que juntos somos imparables.
— Ethan.— susurró mientras un rubor aparecía por sus mejillas.
Amanda sorprendida por la actitud de su compañero respecto a la situación en la cual se encontraban, sin pensarlo tomó la mano de su acompañante y comenzaron a correr juntos mientras las palabras de la nota que se les había entregado anteriormente resonaba en sus pensamientos.
Contagiada de la actitud de Ethan, comenzó a sonreír y reír ante las bromas que su acompañante le hacía durante su camino.
— ¡¡Ethan!!.— Amanda llamó la atención del rubio mientras seguía sonriendo.— ¡ya estamos a punto se salir!
— Jaja, a si me gusta que estés.— dijo para provocar que Amanda lo soltara y se detuviera.— no dejes que te digan que eres lo peor, ni siquiera a ese tonto de Alex que no tiene respeto hacia una mujer como tú.— se detuvo y caminó hacia ella para tomar ambas manos de su compañera.
Un leve rubor pasó por el rostro de Amanda, quien solo observaba atentamente a aquel joven de cabellos dorados. Ella no decía nada, no se atrevería a contestar esas palabras que ahora resonaban dentro de sus pensamientos.
— Ethan...— dijo dudosa.— tu eres.... eres...
— ¿Soy qué?.— preguntó él arqueando una ceja.— ¿te encuentras bien?, estas un poco roja.
— Si estoy bien... pero lo que quiero decir es... que... e-eres muy...— un gran rubor cubrió su rostro y al sentir el calor de su cara, solo desvió la mirada para evitar contacto con aquellas bellas esmeraldas del joven.
— ¿Muy?...
Amanda comenzó a jugar con sus dedos, pero al volver su mirada hacia el chico, su rostro se llenó de horror al ver lo que había detrás de él y frente a ella.
— ¡¡ETHAN!!.— dijo apuntando detrás de él.— ¡¡¡TEN CUIDADO!!!.....
El mencionado solo se dio la vuelta para ver lo que a su compañera le preocupaba, dejándolo muy preocupado o tal vez asustado ante lo que estaba observando.
— Amy.....