¿La luz de mí corazón?

Capítulo 16: Tierra, Agua y algunos problemas

— Bueno, ahora tenemos que ir por Gaia y ya.—la tomó de las manos.— ahora si estaremos los cuatro juntos.

— Hey, no seas descarado.— regañó la chica al elemento.

Sin tomarle importancia a lo que su compañera le decía, siguió tomándole la mano mientras la llevaba casi a rastras hacia donde se encontraba Ethan con la elemental de tierra antes llamada por agua como "Gaia".

Manteniendo una gran sonrisa saludó a los dos jóvenes y de un movimiento rápido e imprevisto desde el punto de vista de Amanda, que la abrazó sin avisar.

— Al fin cumpliremos nuevamente con la profecía, padre estará orgulloso de nosotros.— mencionó Kohei, quien parecía muy emocionado.

— No pierdas la cabeza de la emoción, recuerda que por eso nos atraparon.— suspiró.— siempre tienes que ser tan infantil.— esta vez habló Gaia.

— Ay, por eso quería encontrar a Aire, por que ella sí me entiende.— liberó un poco a la chica para luego con una mano tomarle el rostro para mirarla a los ojos.— ¿verdad que si?

— Sueltame.— le pidió Amanda al chico.

— Ay, Aire. ¿Acaso olvidaste que tu y yo fuimos muy cercanos?.— dijo mientras pegaba su nariz con la de la contraria.— nos conocemos perfectamente, somos como uno solo.

— Te dijo que la dejaras en paz, así que respeta su decisión.— mencionó Ethan mientras se acercaba hacia ellos.— debes respetar tanto a tu esposa como a la mía y a mi. Que irrespetuoso de tu parte.

Al estar frente a ellos, el rubio solo separó a Amanda de Kohei para luego tomarla de la mano. Sin decir nada solo comenzó a caminar junto a la chica por el lugar, por otro lado los otros dos elementales los siguieron en silencio.

Como el ambiente era un poco tenso, Amanda quiso romperlo con alguna charla trivial pero su acompañante se le adelantó.

— No debí portarme así.— sonrió con timidez.— fue algo tonto de mi parte tratar de defenderte.

— Esta bien, no tienes que preocuparte por eso. En realidad me sacaste de esa situación incomoda.

— Pero tal vez me vi muy posesivo cuando ninguno de los dos tenemos un vínculo amoroso.— desvió la mirada.— solo somos amigos a causa de nuestra misión como elementos.

— Ah.— atinó Amanda al escucharlo decir eso, y sin pensarlo a profundidad, soltó la mano de Ethan para luego separarse un poco de él.— tienes razón.

— ¿Qué te sucede?.— le preguntó un poco confundido ante lo que acababa de suceder.— ¿dije algo malo?

— No, solo dijiste la verdad y nada más.— miró hacia atrás.— bueno no importa.— respondió sin mirarlo mientras caminaba hacia los otros dos elementales.— Que tonta, creí que era tan lindo conmigo solo por que tal vez sentía algo por mi. Pero ahora veo que solo es por compromiso... tal vez por pena.- pensó.

- Amy, ¿acaso...?

Sus palabras fueron calladas al escuchar la risa de Kohei quien junto a Gaia se acercaron a Amanda para hablar con ella, dejándolo de lado mientras comenzaban a entablar una conversación con el fin de planear su escape.

— Bueno, si queremos salir de este lugar pestilente a muerte, tenemos que encontrar a nuestros guardianes para que ellos nos saquen de aquí con ayuda de nuestras gemas.— sonrió.— así de sencillo es, ¿no es así Gaia?.— preguntó Kohei.

— Si, pero como Aire y Fuego escaparon bajo la custodia de.... ¿Plaga y Muerte?.— preguntó Gaia esperando una respuesta concreta.

— No, en realidad era Plaga y Pobreza.— corrigió.— Lo bueno es que logré apuñalar a Pobreza para ganar tiempo, aún que eso tal vez lo hizo enfurecer.— se encogió.— tal vez fue muy imprudente.

— Bueno, por el momento tenemos que enfocarnos en escapar nada más nosotros cuatro.— propuso Gaia.— y tal vez lo que hiciste nos va a dar una gran oportunidad de escapar, ya que se enfocarán en su compañero herido.

— ¿Y que pasará con Seraphine y Maxie?.— preguntó un poco preocupado.— no debemos dejarlos aquí y tampoco a los guardianes de ellos.

— Gaia, Kohei tiene razón. No puedo dejar a Sey aquí.— se acercó a la chica para acto seguido tomarla de los hombros.— ellos son personas que dan su vida por nosotros desde que volvimos a renacer o tal vez desde nuestras primeras vidas. No podemos dejar de lado a ellos quienes nos protegieron y sirvieron con tanto fervor. ¡Por favor, rescatemos a los guardianes!.— le rogó Amanda a Gaia, quien se liberó del agarre.

— No tenemos otra opción, somos muy débiles aún.— frunció el ceño.— si nos enfrentamos a ellos con la poca experiencia que tenemos cada uno y los vagos recuerdos de alguna de nuestras vidas pasadas o cero recuerdos... la posibilidad de salir vivos es de 2% y eso es la poca esperanza que tengo en nosotros.— suspiró.— se que es una decisión muy difícil de tomar pero ellos lo preferirían así. Además no creo que esos jinetes les vayan a hacer daño, ya que ellos serán como la carnada que nos hará volver a este lugar.

— Marie, me había dicho que pasara lo que pasara... debíamos irnos de este lugar si ellos eran capturados en algún momento.— se unió a la conversación.— es difícil, pero debemos hacerlo por más que nos duela abandonar a nuestros amados protectores.

— Ahg, Kohei. Dime que hay otra opción que podamos tomar para...

La sonrisa por parte del chico le hizo ver algo, tal vez era una mirada llena de determinación y confianza que le dio a entender una sola cosa... irían en contra de lo que Gaia y Ethan consideraban correcto en esa situación peligrosa.

— Pero si vamos juntos nos van a descubrir así que...— el elemental de agua solo le pidió a Amanda el cristal de fuego y se lo entregó a Ethan para después colocar sus manos en los bolsillos de su propio pantalón.— tenemos que separarnos.

— ¡¿Estás loco?!. Nos van a hacer trizas.— habló Gaia.

— Gaia, si nos ven a los cuatro juntos es posible que nos ataquen y nos capturen más rápido que al estar separados.— excusó.

— ¡Ahg!. Odio admitirlo, pero Kohei tiene razón.— dijo el rubio.— así que Amy y yo iremos por la izquierda y ustedes dos hacia la derecha.

— No, yo iré con Amy.— sonrió.— y tu irás con Gaia.

— Pero Amy es mi esposa.

— Sea tu esposa o no, eso no me importa. Al parecer escuché que no tenían sentimientos mutuos.— se cruzó de brazos.

— ¿Y qué tiene que ver eso con huir de este maldito lugar?.— le preguntó Ethan.

— Eso ya no importa, lo importante es salir.— mencionó Gaia mientras tomaba a Ethan del brazo.— esta bien Kohei, cumpliré tu maldito capricho por que ya no quiero estar más en este lugar escuchando tus estupideces.

— Gracias, me alegra saber que pienses que lo que hago y digo son estupideces.

El joven azabache solo tomó la mano de Amanda y sin decir nada asintió para luego ambos comenzar una carrera hacia el lado izquierdo, donde ambos al voltear hacia atrás miraron como Ethan y Gaia se iban perdiendo de su campo de visión.

— Tal vez esto es una tontería y algo muy arriesgado pero... tienes toda la razón en que debemos ayudarlos a escapar.— sonrió.— no importa si debo pelear.

— Igual yo.

— Vaya, creí que eras como Gaia. Pero veo que no es así.— mencionó Kohei.

— Y yo creí que eras como Ethan.— habló la joven mientras miraba hacia la puerta que daba al interior de la iglesia.

— Por favor, no me compares con ese solecito.

— Ni tu tampoco me compares.

Ambos solo se dedicaron una mirada con un poco de molestia reflejada en sus ojos, pero pasados casi unos cinco minutos, ambos solo sonrieron y se olvidaron de ese tema para ir hacia el interior de la iglesia. Al ingresar, solo corrieron por los pasillos para comenzar a abrir las puertas para revisar el área y no pasarse una sola habitación donde tal ves se encontraran sus guardianes.

— Oye, Amy. Demostremos que nosotros también podemos ser intimidantes como los jinetes del Apocalipsis.

— Pues, a ver si eso es posible.... aún que lo dudo~.

Su sangre heló al escuchar aquella voz que por poco lo hacía caer, mientras que Amanda mantenía su mirada fijada al lugar donde creía que provenían aquellas palabras.