—Buenos días.— Karim aprieta sus labios y baja su taza de café hacia la mesa cuándo la ve aparecer. Ella mantiene la mirada relajada. —Buenos días.— Responde de manera cortante, pero lo suficientemente amable cómo para no iniciar el día con el pie izquierdo. —Te hice el café.— Le sonríe señalando su taza husmeando. —Puedo ver eso.— Toma asiento lo más alejado de su amigo en la barra de la cocina que divide el living y la cocina misma. —Blaire por favor, estoy intentando hacer esto bien.— Murmura moviendo su cabeza a un costado con una mueca de frustración. —¡Lamento si esto es complicado para mí!— Le reclama con molestia. —¿Podemos hablar ahora?— Insiste mordiendo su labio inferior, y manteniendo su personalidad de siempre, en la que no entiende que hay que darle un poco de espacio p