—¡Sorpresa Josué, vinimos a visitarte, maldito imbécil!— Hakeem rompe la puerta de su casa. Con sus ojos amarillos le sonríe mientras que Arden ingresa detrás de su guardián, con un mal humor por demás llamativo. —¡Y estaba ocupado y todo!— Arden sonríe maldicioso. —¡No lo puedo creer pensé que todavía eras virgen!— Se carajea. Él guardián, Jadea y se quita de encima a las dos mujeres que tiene encima, ellas están completamente perplejas, pero más aún, cuándo ven los ojos de aquellos hombres. —¡No puede ser, rompieron mí puerta!— Demanda. —¿¡Pero qué carajos les pasa!?— Brama. Josué maldice rodeando los ojos, y pasa una mano por su cabello al darse cuenta de lo qué está ocurriendo. Claramente la fiesta se había terminado. Y ahora las cosas se habían complicado mucho más si tenía a e