—¿Despertaste al demonio, lo sabes, verdad?— Hades sonríe cínico. Thomas sonríe relamiendo sus labios. —Si, y es lo que había que hacer, tu hijo es demasiado orgulloso cómo para admitir que la ama.— Sisea rodeando los ojos. —Y alguien tenía que mover la aguja para que se dé cuenta de la situación.— Alza sus manos. Hades sonríe, nuevamente. —No muy diferente a nosotros.— Murmura. El diablo suspira, haciendo una mueca con la mano para restarle importancia. —Ella tiene que dejar de ser virgen, y tu hijo no va a dejar de sufrir si no admite qué está enamorado de Blaire, entiendo qué no lo ibas a hacer vos, y tampoco estaba esperando que lo hicieras, porque no es fácil decirle eso a un hijo, menos a uno cómo el tuyo.— Relame sus labios. —Pero No me arrepiento de haberlo hecho y te aseguro q